El Colegio Nacional de Buenos Aires continuó tomado por los estudiantes durante todo el fin de semana. Los alumnos reclaman que no se les computen las sanciones y las faltas que les aplicaron tras participar de una marcha por la Noche de los Lápices. La rectora del colegio, Virginia González Gass, dijo a Página/12 que “la decisión está tomada y se van a sostener las faltas y las sanciones” a los alumnos que se retiraron del colegio “sin autorización”. Los estudiantes se reunirán hoy a la tarde en una asamblea para resolver cómo continúan con su reclamo.

“Los alumnos saben perfectamente que me pueden llamar cuando quieran. Lo que no se puede hacer es mantener un diálogo si el colegio continúa tomado”, señaló González Gass. La rectora aún no pudo ingresar al edificio, ya que la medida de fuerza estudiantil sólo permite que entren docentes y preceptores, porque se trata de “una toma con clases”, según dijo el presidente del centro de estudiantes, Hernán Novara. Sin embargo, la mayor parte de las clases no pudieron dictarse. “Los docentes son los que no quieren dar clases –señaló Novara–. Las autoridades no abren un canal de diálogo. Están encerrados en sí mismos y nosotros queremos resolver el problema.”

La toma comenzó el miércoles pasado después de que el Consejo Escolar Resolutivo decidiera mantener las sanciones y las faltas impuestas a los alumnos que participaron de la marcha en conmemoración de la Noche de los Lápices “sin tener autorización para salir del colegio”, en el caso de los doce sancionados. Estos estudiantes habían dado el presente cuando tomaron lista y luego se retiraron para participar de la movilización. Otro grupo, cerca de noventa alumnos, directamente no entró al colegio y se les contabilizó una falta.

Durante el fin de semana los estudiantes realizaron actividades culturales en el colegio para sostener la toma. El viernes tenía que sesionar el Consejo Escolar Resolutivo del que participan alumnos, profesores, no docentes y autoridades, pero finalmente no pudo reunirse. “Buscamos generar un canal de diálogo y aceptamos algunas condiciones que nos pusieron para que se conforme el consejo. Incluso votamos que la toma pasara a un cuarto intermedio tal y como pedían, pero al final nos exigieron que desalojáramos el edificio”, dijo Novara. González Gass, en cambio, alegó que “no se puede mantener ningún diálogo en tanto y en cuanto no se termine la toma”. Y agregó que no se van a retirar las sanciones: “Los reglamentos están hechos para cumplirlos y eso es lo que queremos que aprendan los alumnos”.