Martes, 13 de octubre de 2009 | Hoy
EL PAíS › ARTURO COLOMBI SERá CITADO EN LA CAUSA POR EL EMPRESARIO MUERTO
La fiscalía de Corrientes pretende que Colombi explique de qué habló con González Moreno poco antes de que apareciera muerto y por qué les ordenó a dos de sus funcionarios que se presentaran en el lugar donde apareció el cadáver.
Por Alejandra Dandan
El gobernador Arturo Colombi será citado a declarar en la causa por la muerte de Hernán González Moreno. El mandatario de Corrientes será convocado como testigo para explicar de qué habló con el jefe de la agencia de noticias de la provincia, poco antes de que apareciera muerto. Los fiscales también intentarán preguntarle por los datos de una persona, un supuesto conocido del gobernador, cuyo nombre habría aparecido en los relatos de dos testigos como quien amedrentó al empresario. En tanto, hoy continuará la ronda de testimoniales. Según pudo saber Página/12, también estarán listos los informes finales de los peritos forenses. El informe confirmaría nuevamente la hipótesis del suicidio e indicaría que a González Moreno le faltaba parte de un diente del maxilar superior derecho. Como el diente había sido sometido a un tratamiento de conducto –dicen– era una pieza “débil” que pudo caerse por el golpe del cuerpo muerto contra el volante del auto.
El equipo de investigadores a cargo del fiscal general César Sotelo se reunió anoche en la capital correntina para analizar las pruebas recogidas hasta ahora. Entre ellas, cotejaron testimonios y analizaron las pruebas que aún les permiten sostener que la muerte pudo haber sido o un suicidio, o un suicidio inducido o un homicidio.
El elemento más importante que abona la hipótesis del asesinato es, hasta ahora, el resultado del dermotest que descartó la presencia de pólvora en las manos del muerto. Ahora resta saber si la pistola Colt calibre 45 que apareció en el asiento del acompañante deja o no esos rastros. Como es un arma vieja, de comienzos del siglo XX, con corredera lenta, uno de los peritos dijo que debería haber dejado rastros.
Fuera de eso, el otro elemento que aún está en estudio es la inspección de los médicos forenses sobre el cuerpo. Según pudo saber Página/12, el informe final vuelve a confirmar que la muerte se produjo por un tiro de bala en la sien derecha con salida en sien izquierda. El tiro se hizo “de abajo hacia arriba, de derecha a izquierda, en forma recta”. Por las características de la piel, la pistola no estuvo apoyada, no están las marcas conocidas como “mina De Hoffmann”. Deducen que el disparo se hizo desde una distancia muy cercana, de dos a treinta centímetros.
“Pero eso para nosotros no significa nada”, aclara un investigador. “Ni que se disparó él mismo ni que lo hizo otra persona. Lo que para nosotros es determinante es que no hay otras lesiones en el cuerpo ni marcas de defensa.”
El diente que no está era hasta ahora el único elemento que permitía sospechar que hubo una trompada o un golpe antes de la muerte. Sin embargo, los forenses lo descartan. Un diente con un tratamiento de conducto, dicen, es un diente débil y pudo haberse partido con el impacto del cuerpo contra el volante.
¿Es posible aún pensar en un homicidio? “Siempre queda la duda”, acepta el investigador consultado por este diario. “Cada suicidio es particular, no hay estándares y en este contexto, con estas circunstancias, todo es posible. Pero si usted me pregunta a mí, yo creo que fue un suicidio.”
Cuando la muerte de González Moreno todavía era una muerte caliente, los médicos forenses emitieron un preinforme que sostenía la hipótesis del suicidio. A dos días de las elecciones, en una provincia disputada por dos facciones radicales, algunos fiscales recelaron de esa premura. Como si desde algún lugar del poder político hubieran buscado cerrar cualquier suspicacia. Después apareció el dermotest y más tarde la lista de testigos.
A Arturo Colombi lo citarán para saber qué habló con González Moreno y para entender por qué ordenó a dos de sus funcionarios viajar hasta El Rincón, el día de la muerte del empresario. Eso admitieron ante los fiscales el jefe de Información Pública, José Luis “Billy” Zampa, y el jefe de la custodia, Juan Geraldi. Pero además, una fuente de la fiscalía aseguró que los dos testigos mencionaron el nombre de la persona que supuestamente habría estado amenazando al empresario. El dato es tan secreto que ninguno de los fiscales lo ha dejado correr.
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