“Nos reúne el dolor de saber que los integrantes de la comunidad judía sufrieron persecución y que fueron víctimas de torturas y antisemitismo durante el terrorismo de Estado”, aseguró ayer el ministro de Justicia, Julio Alak, durante el homenaje que se realizó en la sede de la AMIA a los casi dos mil argentinos de la colectividad judía desaparecidos entre 1976 y 1983. El acto, organizado por esa mutual y la Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos de la Argentina, contó con la participación del secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; familiares de las víctimas del terrorismo de Estado y las máximas autoridades de la comunidad judía, Guillermo Borger, de AMIA, y Aldo Donzis, de la DAIA. “Nuestro país fue tributario del horror del Holocausto”, manifestó Duhalde, quien afirmó que “el terrorismo de Estado en la Argentina se construyó a la sombra de Auschwitz”.