Opositores y oficialistas se enfrentarán por última vez antes de celebrar el fin de 2009 y la llegada de 2010. La Comisión Bicameral de Trámite Legislativo –encargada entre otras cosas del control de los DNU– tendrá su primera reunión hoy a las 10 en la Salón Illia del Senado, donde deberían decidir las autoridades para los próximos dos años. Sin embargo, con ocho miembros designados por el Frente para la Victoria y ocho por la oposición, hasta ayer a la noche la pelea por la presidencia amenazaba con impedir el funcionamiento de una de las comisiones más importantes del Congreso. Hasta última hora de la noche, legisladores opositores se mantenían en contacto para consensuar un dictamen unificado sobre el decreto de creación del Fondo del Bicentenario mientras que el apoderado del PJ, Jorge Landau, trabajaba por su lado en el dictamen oficialista. Otros temas a tratar serán el veto parcial de la Presidenta a la reforma política y una autorización al Ministerio de Economía para registrar el canje de deuda ante el organismo de control financiero de Estados Unidos.

Como el diputado Agustín Rossi se encuentra de viaje y su reemplazante será la mendocina Patricia Fadel, los legisladores de la oposición amenazaban ayer con agarrarse de cuestiones formales para restarle un hombre al kirchnerismo y quedar en ventaja. “Hasta ahora no apareció la notificiación del cambio de Fadel por Rossi”, advertía el senador cordobés Ramón Mestre, con la esperanza de utilizar esa traba para quedar 8 contra 7. Es poco probable que el kirchnerismo queda atrapado en ese laberinto, sobre todo porque esos cambios los autoriza el presidente del cuerpo, Eduardo Fellner.

En principio, de un lado y del otro aseguraban ayer que por más que no se lograra un consenso respecto de las autoridades de la comisión había intención de sesionar. “Se puede sesionar sin tener un presidente y la comisión cumple perfectamente con su función creando una autoridad ad hoc para esa reunión”, afirmó Landau en diálogo con Página/12. En el mismo sentido, el radical Rubén Lanceta le anticipó a este diario que la intención es “tratar de conformar la comisión, sesionar y rechazar el DNU que crea el Fondo del Bicentenario, además de una perlita que apareció a último momento”. Esa “perlita” es el decreto emitido el 9 de diciembre en el que se encomienda al Ministerio de Economía registrar un programa de deuda pública ante el organismo de control norteamericano.

A las 9, la oposición tiene previsto reunir a todos sus miembros para ajustar detalles para la reunión con el kirchnerismo. Si no hay acuerdo, algunos opositores proponían que se realizara una sesión especial durante la primera semana de febrero, en la que el pleno de la Cámara replantee la composición de la comisión, quitándole un lugar al kirchnerismo.

Actualmente, por el oficialismo la integran los senadores Pichetto, Nicolás Fernández, Marcelo Guinle, Beatriz Rojkés de Alperovich y los diputados Agustín Rossi, Jorge Landau, Luis Cigogna y Diana Conti. El bloque kirchnerista propone a Conti como presidenta. Tiene experiencia: ya fue presidenta y dos veces vice. Los ocho de la oposición son los senadores Ramón Mestre y Luis Naidenoff (UCR), Alberto Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso (Peronismo disidente) y los diputados Rubén Lanceta, Juan Pedro Tunessi (UCR), Enrique Thomas (Peronismo disidente) y Marcela Rodríguez (CC). Con esta composición, el radicalismo, que tiene cuatro miembros, aspira a colocar a Lanceta como titular de la comisión.

Aunque están empatados en el número, el oficialismo mantiene una ventaja por sobre la oposición: para alcanzar el quórum y poder emitir dictamen, la comisión debe contar con la mitad más uno de sus miembros. Si el oficialismo se ausenta en su totalidad, la única alternativa que le queda a la oposición para tratar su dictamen es lograr los dos tercios de los votos de cada Cámara para hacerlo sobre tablas. Algo muy poco probable, aun después del recambio legislativo que favoreció a la oposición.