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La informalidad domina en el despacho de Juan Cabandié. Un diputado porteño joven, de 31 años, rodeado de jóvenes. La foto mural de las Madres de Plaza de Mayo en una de sus tantas marchas u otra con Cristina Kirchner en Cuba señalan las coordenadas de su compromiso. El, nieto número 77 recuperado por Abuelas y referente de la agrupación La Cámpora, fuma y carraspea al mismo tiempo. Mientras espera el período de sesiones en la Legislatura, con un nuevo mosaico político y mayor oposición al gobierno de Mauricio Macri, se muestra como de entrecasa. Viste bermudas, una chomba y de a poco comienza a sumergirse en la entrevista, no sin antes recordar que cerró 2009 con veintidós proyectos de ley aprobados.

–A partir de la Legislatura que se viene, ¿cómo observa el escenario político que se abre en la ciudad?

–Hay un panorama más claro. Nosotros, el kirchnerismo, hoy nos nucleamos en un bloque que es Encuentro para la Victoria. Somos cuatro diputados. Eso deja una oposición más clara en cuanto a las actitudes a tomar. No existe la heterogeneidad de antes, que llevó a votar cosas distintas dentro del mismo bloque.

–¿Cuáles son los cuatro diputados del bloque?

–Tito Nenna, María José Lubertino, Gabriela Alegre y yo. Este año habrá una Legislatura con mayor oposición, no solamente por la composición, sino también porque estamos más próximos a una elección de jefe de Gobierno que podría ser el 3 de junio. Es la fecha ya establecida para la elección de comunas. O sea, entendiendo que 2011 va a tener las presidenciales en octubre, la interna y simultáneas abiertas obligatorias en agosto y la elección de comunas, es un agotamiento para el electorado que haya una fecha distinta de la del 3 de junio. Imagino que el oficialismo interpretará esto.

–¿Más oposición significa más conflicto e inestabilidad política?

–No lo veo así o, en todo caso, son conflictos positivos cuando uno contrasta con las ideas del otro. Buscar una mejora cuando uno lo hace responsablemente. Por eso digo: muy distinto es ser opositor a ser opositor responsable. Lo vemos claramente en el gobierno nacional, que la oposición muchas veces no es responsable en sus posturas.

–¿Y por qué sería responsable la oposición en la ciudad y no la oposición al gobierno nacional?

–Nuestra postura va a ser dar la discusión sobre las cosas que atañen a la ciudad de Buenos Aires y que, según nuestra visión, van en su desmedro. Un ejemplo: el oficialismo de la ciudad plantea la venta de los terrenos de Catalinas y está achicando el poder del Estado, otorgándole al mercado, a la especulación inmobiliaria, unos terrenos que no pueden ponerse en venta.

–Macri designó al “Fino” Palacios en la Policía Metropolitana, tuvo un escándalo por el espionaje de Ciro James, nombró a Abel Posse como ministro. ¿Espera más de lo mismo en los dos años por venir, teniendo en cuenta que quiere ser presidente?

–Está en su naturaleza, que lo lleva a tener valores democráticos sólo por estrategia electoral. En ese sentido, él quizá no interpreta que poner como jefe de Policía a Palacios, procesado y detenido en la causa AMIA y a un ministro como Posse que reivindica a la dictadura, está mal. El no los siente como hechos negativos. Simplemente toma la decisión de sacarlos a consecuencia de que un conjunto importante de la sociedad se manifiesta en contra. O sea, sólo lo hace por oportunismo electoral. Su cosmovisión de la administración del Estado es retrógrada. El va a seguir tomando decisiones contrarias a los valores democráticos. Es lo peor de la derecha antidemocrática. A comienzos de año vetó varias leyes que defienden los derechos humanos.

–Al peronismo porteño le cuesta engordar sus porcentajes electorales, ¿qué van a hacer en 2011?

–Tejimos alianzas con distintos sectores del centroizquierda que deben expresar lo mejor que hicimos como gobierno nacional. Pero vamos a acechar a aquellos que dicen ser de centroizquierda y en lo concreto hacen alianzas con la derecha.

–¿Puede hacer precisiones?

–Pino Solanas, Libres del Sur...

–También podría endosársele al FpV porteño que algunos de sus integrantes fueron funcionales al PRO. Por ejemplo, cuando se pretendió interpelar al ex ministro Piccardo por la UCEP y hubo diputados de su bloque que no bajaron al recinto.

–Cuando uno tiene la responsabilidad de administrar las riendas de un proyecto nacional, en la convocatoria a todos, a veces, es muy difícil pasar el filtro y hacerle a cada uno de tu sector político la prueba de la blancura. Pero obviamente que me opuse y me voy a seguir oponiendo a aquellos que tuvieron semejantes actitudes.

–¿Puede mencionar un proyecto sobre el que piensa trabajar en el próximo período de sesiones?

–Tiene que ver con la situación de los inquilinos en la ciudad de Buenos Aires. Hay unas 140 mil viviendas vacías y los valores de los alquileres se han disparado. El Estado tiene que intervenir incentivando a los propietarios con viviendas ociosas, propiciando que las pongan en alquiler. Ante una mayor oferta, vamos a reducir el precio de los alquileres.