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Las declaraciones del titular de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, sobre la Asignación Universal por Hijo continuaron generando el rechazo de la dirigencia política. Además de las críticas del oficialismo, encabezadas ayer por el titular de la Anses, Diego Bossio, desde el propio radicalismo salieron a marcar distancia de la postura del senador mendocino. Uno de sus competidores internos en la pelea por la candidatura presidencial de 2011, el diputado Ricardo Alfonsín, consideró que la asignación “es una de las medidas más importantes que tenemos en la democracia”. Aunque puso en duda que Sanz criminalice la pobreza, Alfonsín no apoyó la teoría de que el dinero de la asignación universal se fuera “por la canaleta del juego y la droga”, como había dicho su correligionario.

“Para Sanz, la forma de redistribuir la riqueza es apostar a los sectores que la generan, para que posteriormente derramen a los que menos tienen. Para él, la pobreza se combate dándoles dinero a los ricos, porque los pobres no saben administrarse”, lanzó Bossio ayer, en un acto en la localidad bonaerense de Magdalena. Además, el director ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) consideró que para Sanz las medidas de protección social implementadas por el Gobierno “son malas y clientelares”, lo que significa “una falta de respeto hacia las personas que necesitan de estos beneficios para una vida más digna”.

En una aclaración posterior, Sanz señaló que se “tergiversaron” sus dichos a una radio rosarina y que no está en contra de la medida, ya que es “buena” por representar un “instrumento igualador, progresista y necesario de cualquier política social”. Sin embargo, insistió en la necesidad de que el Estado “se haga cargo del crecimiento del consumo y la proliferación de bingos y casinos en los grandes centros urbanos”, a donde supuestamente iría el dinero de la asignación, según sus primeros dichos. Fuentes cercanas al senador aseguraron que sus declaraciones están fundamentadas en “información estadística privada” a la que habría tenido acceso.

“Tengo mis dudas de que Ernesto Sanz pueda haber dicho eso, yo sé que él no criminaliza la pobreza. Conozco su pensamiento y además es un proyecto nuestro e insisto que hay que actualizarlo”, dijo ayer Alfonsín en un comunicado que intentó marcar su postura a favor de la medida, sin atacar a su correligionario.

Desde el kirchnerismo, el ministro de Desarrollo Humano de Mendoza, Carlos Ciurca, consideró que el senador radical “debería pedir disculpas a estas familias mendocinas, a esos casi 150 mil beneficiarios de asignaciones universales que no están esperando cobrar para ir a drogarse, ni para ir al casino”.

En la misma línea, el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Baldomero “Cacho” Alvarez, calificó a Sanz de “gorila con poca memoria y discriminador”. Juan Manuel Olmos, titular del PJ porteño, dijo que sus palabras fueron “una gorilada de gran magnitud”.