El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, tiene cita hoy, al mediodía, en tribunales por la causa que investiga las escuchas ilegales: tendrá que fundamentar ante la Sala I de la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal por qué motivos pide el apartamiento del juez federal Norberto Oyarbide. Después de ser procesado, Macri recusó al magistrado basándose en supuestos dichos del ex senador nacional Héctor Maya, quien comentó que Oyarbide le había dicho que cumpliendo órdenes del kirchnerismo se iba a llevar puesto al jefe de Gobierno.

El viernes último, la Cámara rechazó el planteo de Macri para presentar una ampliación de prueba sobre el pedido de recusación. Los camaristas ratificaron, en cambio, la audiencia oral con el jefe de Gobierno. La estrategia del macrismo apunta a separar al juez –la investigación de Oyarbide fue ratificada en dos oportunidades por la Cámara– y hacer eje en que la investigación fue armada por el kirchnerismo. En la causa se probó que el cuñado de Macri, Daniel Leonardo, el dirigente de Familiares de Víctimas del atentado contra la AMIA Sergio Burstein y el empresario Carlos Avila, entre otros, tenían los teléfonos intervenidos por una red que integraban el ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios, dos jueces federales de Misiones –destituidos por autorizar escuchas sobre argumentos falsos– y el espía Ciro James, contratado en la cartera educativa porteña. Macri y su ex ministro de Educación Mariano Narodowski también fueron procesados como integrantes de una asociación ilícita.

En el informe que Oyarbide elevó a la Cámara Federal dice que “no sólo dichas expresiones no fueron vertidas por este magistrado sino que jamás mantuve reunión alguna con el ex legislador Héctor Maya”.