EL PAíS
Cerca de Duhalde sube el clamor para poner a Chiche en la Rosada
La esposa del Presidente, Hilda “Chiche” Duhalde, definirá este fin de semana si acepta o no acompañar a Néstor Kirchner en la fórmula presidencial del PJ. Ya la están midiendo en las encuestas y el duhaldismo puro se ocupa de lanzarla.
Por Diego Schurman
Se ocupará de algo más que las olas y el viento. Este fin de semana Chiche Duhalde decidirá en Chapadmalal si finalmente acompañará a Néstor Kirchner en la fórmula peronista o se mantendrá en sus trece de no pelear por ninguna candidatura. El presidente Duhalde ya encargó varias encuestas para cotejar si su mujer consolida el crecimiento que viene registrando el santacruceño. Y para ir preparando el terreno, hombres del Gobierno comenzaron a hablar por primera vez en público de la postulación de Chiche como una posibilidad cierta.
La posibilidad de convertir a la primera dama en candidata se respiró ayer en San Vicente, durante el lanzamiento de Kirchner y su frente renovador. El tema era recurrente entre dirigentes y periodistas que recorrieron el predio. Tanto que hasta la mujer del santacruceño, la senadora Fernández, se ocupó de poner freno para evitar las engorrosas explicaciones.
–Lo del vice forget it (olvídenlo)!!! –le dijo a Página/12.
Hace apenas una semana, Chiche cerró las puertas para cualquier aspiración nacional, aunque dejó al descubierto su intención de desembarcar en la provincia de Buenos Aires como candidata a gobernadora.
Pero desde entonces hubo algunos cambios fuera de agenda. Entre ellos el explícito apoyo de Duhalde a la reelección de Felipe Solá.
Así, el siempre cambiante escenario nacional podría también habilitar un cambio en la postura de Chiche, a quien Duhalde reconoció en privado que le gustaría como acompañante de Kirchner. El tema era materia de debate en la Casa porteña de Santa Cruz, adonde el sureño se refugió tras su lanzamiento.
Duhalde encargó un relevamiento al sociólogo Artemio López, quien ayer por la tarde conversó con el gobernador en la sede provincial. El trabajo contemplará la intención de voto de la fórmula Kirchner-Chiche y también la de otros candidatos a vice alternativos. Entre ellos Daniel Scioli, Alberto Balestrini, Juan José Alvarez y Julio Alak.
“A primera vista, Chiche es un excelente complemento ya que seduce a sectores medios y bajos mientras que Kirchner convoca a sectores medios y medios altos. En ese sentido, ofrece mucho más que la garantía del respaldo del aparato bonaerense. Le da un anclaje a nivel nacional que el resto de los posibles acompañantes quizás no brinda de la misma manera”, señaló López a Página/12.
Los últimos relevamientos hechos en provincia de Buenos Aires confirman la mayor aceptación de Chiche en los sectores bajos. Su progresivo crecimiento es ostensible de un cordón a otro: cuanto más lejos de la Capital la curva de respaldo sube.
Cerca de la Coordinadora de Políticas Sociales, agregan –previsiblemente– más argumentos a favor de su jefa: “Es la única persona que le puede dar continuidad a los planes sociales y así asegurar la pacificación del país”, señalaron a este diario, aludiendo a cierta calma lograda con los planes Jefes y Jefas de Hogar.
No son sólo off the record. Ya son varios hombres del Gobierno los que públicamente se expresan a favor de la candidatura de Chiche. Entre ellos está José Pampuro. No se trata de una figura menor en el armado de la estrategia electoral. Del Gobierno, el secretario general de la Presidencia fue el primero en encolumnarse detrás de la candidatura de Kirchner.
“Chiche va a estar en alguna de las dos fórmulas”, dijo Pampuro por radio, incluyendo entre los potenciales destinos laborales de Chiche la candidatura a vicegobernadora. En este caso, la explicación es sencilla: su presencia le aseguraría un lugar en el mundo a Duhalde una vez que deje la Casa Rosada. Dicen que si su mujer se presenta no tiene rival. Y, además, operaría como un factor de “contención” del justicialismo provincial, básicamente de los denominados “duhaldistas de paladar negro” que no terminan de digerir a Felipe Solá pese al apoyo formal que ya leotorgó el aparato bonaerense a su candidatura. De hecho, Solá reconoció que su vice lo pondrá Duhalde.
El guiño a Chiche excede el enmarañado universo bonaerense. Tiempo atrás, Carlos Reutemann la bendijo como candidata, cuando el panorama era aún incierto y todavía se especulaba con la carrera presidencial del santafesino. El propio José Manuel de la Sota, quien se resiste a deponer sus aspiraciones de llegar a la Rosada, fue al pie de la mujer del Presidente para que lo acompañe.
A no ser el cortocircuito con el gobernador tucumano Julio Miranda, que sintió el “Operativo Rescate” como una intervención a su provincia, prácticamente ningún dirigente salió a cruzar a Chiche, que genera respeto y miedo por partes iguales. En los próximos días se sabrá su decisión.