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No hubo stripper. Ni disfraz. Pero la reunión con los diputados macristas ofició como una despedida de soltero para Mauricio Macri. Cuando los cuatro díscolos intentaron que se discutiera el funcionamiento del bloque, el jefe de Gobierno los cortó: “No vamos a abrir esta reunión a otros temas hoy, porque si no, no me caso”. Luego les advirtió: “Tenemos que decidir qué hacer con el Presupuesto”. Finalmente, el jefe de bloque Federico Pinedo –que vio ratificada su autoridad– fue el encargado de comunicar la decisión: “No vamos a dar quórum”, anunció.

“Feliz día de la tolerancia. Buen día para comenzar la reunión de bloque”, twitteó el diputado Christian Gribaudo, uno de los cuatro que mostraron diferencias. Los cuatro planteaban que había que votar a favor el Presupuesto y discutirlo en particular. Su línea negociadora iba de la mano del tira y afloja para aprobar el Presupuesto porteño, que tiene como uno de sus artífices a Horacio Rodríguez Larreta. En la reunión, Larreta sostuvo que la gestión PRO “nunca fue inflexible para aprobar un Presupuesto” en la Legislatura. Además de los diputados, lo escuchaban el secretario general, Marcos Peña, y el de Medios, Miguel de Godoy. Finalmente, resolvieron alinearse con el resto del Grupo A.

“Todo tranquilo”, comentó un bronceado Pinedo. “Les dije a mis compañeros de banca que son un sol”, bromeó a la salida del casamiento de Macri. “Nos comprometimos a actuar en conjunto con dos premisas: primero, no dejar a la Argentina sin Presupuesto, y segundo, no aprobar el Presupuesto como estaba planteado, con superpoderes. No vamos a dar quórum para que no se caiga el Presupuesto”, argumentó. “Hay una estrategia del Gobierno para que se caiga el Presupuesto y es muy mala”, interpretó el diputado macrista. “Hay que buscar un acuerdo de mayorías. Lo ideal es que esté el oficialismo”, afirmó, aunque dejó abierta la posibilidad de cerrar un acuerdo con otros opositores para imponerle su proyecto al oficialismo.

La hipótesis del macrismo es que no va a haber sesión y que el proyecto tendrá que discutirse en comisión. También le exigirán a la presidenta Cristina Fernández que convoque a sesiones extraordinarias.

Cuando Página/12 le preguntó por las diferencias que otros macristas expresaron con su forma de conducir el bloque, Pinedo sonrió. “Se calmaron mucho los ánimos. El jueves era autoritario. Hoy soy mucho más democrático”, ironizó. Si bien el encuentro estuvo atenuado por el hecho de que se casaba Macri, las diferencias por debajo no cesaron:

–Bueno, como vos dijiste: vinimos acá, hablamos todos y ganó la mayoría. Ustedes perdieron –la chicanearon a Laura Alonso.

–No, no, digamos que consensuamos la postura –contestó la ex Poder Ciudadano.

–Bueno, pero vos dijiste eso anoche en un programa –le recordó una diputada, como muestra de que los roces siguen. Así lo interpretaba uno de los macristas díscolos: “Se casaba Mauricio. Quedamos que nos vamos a juntar más tranquilos y cada uno va a expresar sus disidencias”.