El canciller Héctor Timerman desplazó a Eduardo Sigal de la Subsecretaría de Integración Económica Americana y del Mercosur, y en su lugar nombraría a otro dirigente del Frente Grande, José Vitar, actual secretario de Relaciones Internacionales de Tucumán. Ya difundida la noticia, Sigal distribuyó un comunicado en el que sostuvo que había presentado la renuncia al considerar que había cumplido su ciclo en el cargo en el que se venía desempeñando desde 2003.

Fue el desenlace del malestar que existía dentro del Gobierno en general y de la Cancillería en particular con Sigal, luego del affaire de mediados de año a propósito del comercio bilateral con Venezuela. En momentos en que la oposición machacaba con los dichos del ex embajador en Caracas Eduardo Sadous sobre la existencia de una “embajada paralela”, Sigal emitió un cable interno con afirmaciones de empresarios sobre gestiones paralelas de funcionarios de Julio De Vido con el gobierno chavista. Timerman retó a Sigal por no haberle comunicado a él o a su jefe inmediato las denuncias en vez de difundir el cable. Desde allí, Sigal quedó prácticamente congelado en su cargo. Incluso, no concurrió a la reciente cumbre del Mercosur en Foz de Iguazú, aunque adujo que se debía a problemas de salud.

Ayer se conoció la noticia del desplazamiento. Varias horas después, desde el Frente Grande se distribuyó un comunicado en el que Sigal informaba sobre su renuncia. “Lo que de ninguna manera significa un menoscabo a mi identificación con el proceso histórico de cambios que está viviendo el país y mucho menos una declinación de mi apoyo pleno al gobierno de Cristina Kirchner”, sostuvo. El Frente Grande –el partido que fundó Chacho Alvarez– se mantiene como aliado del Gobierno desde los inicios del kirchnerismo, aportando varios funcionarios como la ministra Nilda Garré y el embajador Darío Alessandro. En una ratificación de la continuidad de esta alianza, Timerman designó a Vitar, decisión que también rescató Sigal en su comunicado.