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Dirigentes del gremio de Camioneros de la CGT se instalaron ayer por la mañana en las puertas de una planta depuradora de AySA, en la localidad de Aldo Bonzi, y realizaron un control de afiliaciones a conductores de camiones particulares. La medida se extendió hasta el mediodía, lapso durante el cual la empresa confirmó que la operatoria en la planta fue normal, desmintiendo versiones que hablaban de un bloqueo al acceso y salida de vehículos.

Fuentes de la empresa detallaron que, a primera hora de la mañana, miembros del sindicato de choferes de camiones que responde a Pablo Moyano se ubicaron en la entrada de la planta depuradora de líquidos cloacales que AySA opera en Aldo Bonzi. “Controlaron los papeles de los choferes que llegaban a la planta contratados por empresas particulares, pero no investigaron a ningún empleado de AySA. Tampoco bloquearon nada ni cortaron la (autopista) Ricchieri”, explicó un vocero de AySA.

El establecimiento en cuestión es una planta de tratamiento de líquidos cloacales, adonde llegan camiones atmosféricos contratados por empresas particulares. Estos vehículos van a casas sin sistemas de cloacas, chupan los desechos y los descargan en plantas municipales o en lugares como el de AySA. Según se detalló, a la planta de Aldo Bonzi ingresan entre 250 y 300 camiones por día, situación que alentó la aparición en el lugar de los representantes de Camioneros para realizar un control de afiliaciones al sindicato. “De esos conflictos hay como diez por día en todo el país”, detalló un hombre cercano al titular de la CGT, Hugo Moyano.

Por su parte, la empresa ferroviaria Ferroexpreso pampeano sí denunció un bloqueo por parte de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Carga (Catac). Según señaló, camioneros independientes y otros nucleados en Catac impidieron la salida de una formación de treinta vagones cargados con granos a través de un bloqueo de vías en Pehuajó. Además, señalaron, también trabaron el ingreso de una formación vacía.