Un contingente de técnicos de la empresa Saab, fabricante del avión de la compañía Sol que se estrelló el miércoles pasado, analiza minuciosamente el área del siniestro en busca de más elementos que puedan aportar información. “Lo primero que hicieron fue recorrer el lugar de la caída, por fuera del perímetro judicial, que ahora es de 1500 metros. Y encontraron algunas piezas del avión”, aseguró ayer una fuente de la intendencia de Los Menucos, un pueblo ubicado en el centro de la provincia de Río Negro, a 400 kilómetros de Bariloche. La caja negra, según trascendió, sería enviada a Estados Unidos y revisada allí. Mientras tanto, en Buenos Aires continúa el arduo trabajo de reconocimiento de las 22 víctimas del accidente en la morgue judicial del Cuerpo Médico Forense.

El contingente está integrado por tres suecos y un inglés –las dos nacionalidades de la empresa–, quienes comenzaron una investigación paralela. Todos ellos reservaron hotel hasta el jueves, y es posible que intenten, previa autorización judicial, trasladar algunas partes del avión. El grupo analizó inicialmente el área fuera del perímetro marcado por los peritos, donde suponen que puedan haber caído piezas desprendidas en el aire. Dentro del perímetro continúan las labores de los peritos de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac), quienes aún no movieron las piezas del avión, aunque ya hay un camión listo para llevarlas a Bariloche.

Extraoficialmente, se fortalece la hipótesis de que Juan Raffo, el piloto del vuelo Sol 5428 que volaba de Neuquén a Comodoro Rivadavia, intentó un aterrizaje forzoso. “Además de los tres testigos que contaron que el avión era una bola de fuego antes de caer, aparecieron otros dos que vieron ir al avión en el sentido contrario, de Comodoro a Neuquén. Todo indica que quiso aterrizar, que no cayó de punta”, comentó una fuente de la intendencia. El vuelo había partido el miércoles a las 20.08 y se precipitó a tierra 45 minutos después, 35 kilómetros al sur de Los Menucos y con el tanque lleno.

Por su parte, el titular del Juzgado Federal de Primera Instancia de San Carlos de Bariloche, Leónidas Moldes, recorrió el domingo pasado el perímetro donde se realizan las pericias y regresó el mismo día. Por orden suya, desde la Jiaac se negaron a dar cualquier información de la investigación, aunque tampoco negaron la versión que indica que la caja negra de la aeronave será enviada a Estados Unidos. Ayer pasó por Los Menucos el gobernador rionegrino, Miguel Saiz, quien se reunió con parte del equipo que realiza las pericias, aunque se dirigió al paraje Prahuaniyeu, lugar exacto de la caída, para no interrumpir las tareas.

Mientras tanto, el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sigue analizando los restos humanos levantados en el lugar y trasportados en 17 bolsas desde el paraje hasta Bariloche y luego a Buenos Aires. “Los procesos periciales incluyen: documentación, individualización y clasificación; descripción tanatológica, toma de muestras para estudios complementarios (radiológicos, químicos y odontológicos) y determinaciones genéticas y la adopción de medidas adecuadas de conservación y guarda, tendientes a procurar la obtención de los perfiles de las 22 víctimas”, indicó ayer el juez en un comunicado.

De a poco, se van acercando también los familiares de las víctimas para que se les tome una muestra de sangre y conformar su determinación genética, labor a cargo del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Luego empezará la etapa de comparación e identificación de los cuerpos.