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La puja interna del PJ no tardó ni un segundo en florecer. Apenas se conoció la decisión de Daniel Scioli de integrar la fórmula con Néstor Kirchner, la plana mayor de la Secretaría de Turismo y Deporte hizo fila delante del ex motonauta para presentarle su renuncia. Más allá de las formalidades, el paso al costado del ahora ex equipo de trabajo del candidato a vice tiene un claro motivo: todos responden políticamente a Carlos Menem.
El “juego de las lealtades” quedó en evidencia el mismo domingo, cuando Scioli comunicó a sus hombres que había decidido integrarse a un “proyecto nacional”. En buen romance, y tal cual lo publicaron los medios, el funcionario decidió ser el vice de Kirchner y acoplarse así de lleno a la empresa duhaldista.
Para los integrantes de su equipo, la mayoría de ellos de cuna menemista, resultó una traición, pese a que esa palabra nunca merodeó en los pasillos de la Secretaría de Turismo y Deporte. Las bajas no fueron menores. Su jefe de prensa, Carlos Gianella, se lo hizo saber de inmediato.
“No estoy de acuerdo con la decisión. No podemos avalar esto de que el Estado nacional se transforme en una unidad básica para que Kirchner se convierta en presidente”, señaló Gianella a Página/12.
–¿Usted responde políticamente a Menem? –preguntó este diario.
–Aquí, políticamente todos trabajamos en el espacio de Menem. Y no podíamos, entonces, comenzar a trabajar en algo que no creemos.
Después de Gianella, también se conocieron las dimisiones, entre otras, del subsecretario de Administración, Miguel Solé, del asesor Gustavo Marangoni, y el funcionario Hugo Monti, quien supo ejercer tareas como secretario privado del ex jefe de Gabinete menemista Jorge Rodríguez.
La relación de Scioli con el ex presidente nunca se mantuvo oculta. Era una de los asiduos visitantes a la quinta de Armando Gostanian, en Don Torcuato, donde Menem cumplió su arresto domiciliario. Por entonces, Federico Azzarini era vocero del reo. Tiempo después comenzó a cumplir con la misma tarea pero para el ex motonauta.
Todos y cada uno de los funcionarios que presentaron su renuncia se preocuparon en aclarar que nada interfería en ello la relación personal con Scioli, aunque no podían dejar de aclarar que había una “incompatibilidad política”, ya que no podían estar en la vereda de Menem y Kirchner al mismo tiempo.
La sorpresa del equipo de la Secretaría de Turismo y Deporte no era exclusiva. También entre los integrantes de la lista del peronismo porteño, que llevaba a Scioli como candidato a jefe de gobierno porteño, sobraron las caras largas. Miguel Angel Toma, factótum de la boleta ganadora, amenazó con inundar las calles con una cara y dos palabras “Scioli traidor”. Se concrete o no, ése era sin dudas el pensamiento mayoritario.
La ira del menemismo fue proporcional a la alegría de Kirchner. Cerca del santacruceño presentaban al ex motonauta como “el pase del año”, una hábil manera de no andar dando explicaciones sobre su pasado junto a Menem. El argumento también le sirvió al kirchnerismo para sobrevaluar al compañero de fórmula, luego de haberlo devaluado por su sociedad porteña, ahora quebrada, con Toma y –a través del subsecretario de Interior, Cristian Ritondo– Jorge Matzkin.
Días atrás Kirchner acusó al jefe de la SIDE y al ministro del Interior de trabajar en contra de su candidatura. Y hasta le llegó a pedir al presidente Eduardo Duhalde que intervenga personalmente para neutralizar las acciones de sus dos funcionarios.
No por nada el santacruceño se preocupó en aclarar que su discurso de tono antimenemista no se modificará ni un ápice con la llegada del ex corredor de off shore. “Con Scioli en la fórmula no hay cambio de rumbo nide discurso. Nos mantenemos firme en nuestro proyecto productivo”, señaló a Página/12 el candidato a presidente. No obstante, admitió que la presencia del secretario de Turismo y Deporte garantizará “la gobernabilidad del sistema y una Argentina sin resentimientos”.
Según relatan en Casa Rosada, las encuestas no fueron ajenas a la elección del vice. Scioli cuenta con la aceptación del electorado. Pero algunos kirchneristas deberán explicar ahora cómo captar a los indecisos, que –según sus propios sondeos– hegemonizan los ex votantes de la Alianza. ¿Apoyarán éstos al ex motonauta, pese a su origen menemista? La alegría que demostraban en el entorno de Elisa Carrió parecía ofrecer alguna respuesta.
Después del encuentro matinal con Duhalde (el Presidente le pidió que no renuncie todavía a la Secretaría de Turismo y Deporte), Scioli se reunió con Kirchner para conversar de la campaña y del acto de hoy en el Teatro ND Ateneo, donde se presentará oficialmente la fórmula. Allí, el sureño no podrá ocultar la doble alegría de anunciar el final del culeberón del vice el mismo día de su cumpleaños 53.