EL PAíS › REPRESION FRENTE A COMODORO PY
Juicio convulsionado
Un convulsionado comienzo tuvo ayer el juicio oral y público que se sigue a cuatro integrantes de la agrupación Quebracho, acusados de “incitación a la violencia colectiva” por los incidentes que protagonizaron en distintas marchas estudiantiles y de jubilados realizadas entre 1994 y 1996. En los alrededores de Comodoro Py 2002, sede de los Tribunales Federales, se desató una batalla campal entre un centenar de militantes de distintas organizaciones piqueteras y de izquierda y la Guardia de Infantería de la Policía Federal, que intentó dispersarlos con gases lacrimógenos y balas de goma.
Los disturbios se generaron cuando los manifestantes, que cortaban las calles aledañas, comenzaron a quemar neumáticos e intentaron acceder al edificio donde se estaba desarrollando el juicio. Llevaban banderas del Polo Obrero, Quebracho y el Movimiento Teresa Vive y pancartas en las que exigían la “libertad de los presos políticos”, en alusión a los procesados Leonardo de Grosso, Fernando Esteche, Guillermo Cabiasca y Carlos Franca. Los uniformados intentaron impedir el ingreso y, al verse desbordados, dieron rienda suelta a la represión.
El abogado y diputado bonaerense por Izquierda Unida (IU), León Zimmerman, que se encontraba en el interior de la sala, pidió entonces a los jueces que hicieran “algo”. El presidente del Tribunal, Leopoldo Bruglia, le contestó que él sabía “cómo proceder” y que en relación con los incidentes correspondía “la actuación del juez federal de turno”. A los pocos minutos, sin embargo, los tres magistrados acordaron suspender las audiencias.
El Tribunal Oral Federal 4, integrado por Leopoldo Bruglia y los camaristas Horacio Vaccare y María Cristina Sanmartino, pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes luego de dar lectura al auto de procesamiento y de la difusión de un video presentado como prueba contra los acusados. Los cuatro jóvenes procesados se atuvieron a su derecho constitucional y no declararon.