EL PAíS › EL MENDOCINO GUTIERREZ ACEPTO
SER CANDIDATO A VICEPRESIDENTE DEL ARI
Carrió logró que el hombre le dijera sí
La líder del ARI quería que la acompañara quien estuvo a su lado en la comisión antilavado. Ayer lo logró. A Carrió no le preocupa el origen conservador del mendocino, afirma que sus coincidencias son totales. Aseguró que “tiene más coraje que muchos progresistas”. Cómo harán campaña.
Por Felipe Yapur
Almorzaron a puertas cerradas, pero antes de que sirvieran el pollo él ya le había dado el sí. Rápido, casi sin charlar, el diputado demócrata Gustavo Gutiérrez le dijo a Elisa Carrió que aceptaba ser su compañero en la fórmula presidencial que llevará el ARI. A la hora de justificar su elección, Carrió fue contundente: “Lo elegí porque nos une la convicción y la decisión de luchar contra la pobreza, contra las mafias y porque tiene mucho más coraje que muchos progresistas”. Ahora la chaqueña tendrá que esperar para saber si esta decisión le permitirá llegar –como asegura– al ballottage para “derrotar a (Carlos) Menem”, por lo pronto ya preparan un acto para el 11 de marzo en Rosario.
La presentación de la fórmula presidencial del ARI no se caracterizó por el tradicional cotillón electoral de otras fuerzas políticas. No hubo bombos, ni escenario, ni siquiera papel picado, todo lo contrario. Se realizó en el living de la casa de Carrió, hasta donde llegaron colaboradores del mendocino y algunos diputados del ARI como Marcela Rodríguez, Graciela Ocaña, Elsa Quiróz y Eduardo Macaluse.
La chaqueña buscó demostrar desde un primer momento que su decisión no debía sorprender a nadie. “Con Gustavo tenemos acuerdos totales en los principios republicanos e institucionales con los que hay que reconstruir el país. Además, hemos votado juntos muchas veces más allá de las decisiones que en ese momento habían tomado nuestros respectivos partidos”, recordó. Gutiérrez la escuchó con atención y asentía ante cada afirmación de su ahora compañera.
El origen conservador de Gutiérrez para Carrió no resultó un problema. “Acá lo que importa son los principios y hay que tener en cuenta que los políticos se dividen en los que se juegan hasta la vida y los que no se juegan. Gustavo está en el primer grupo”, aseguró mientras apagaba uno de sus tantos cigarrillos. La candidata del ARI también tiene en claro cuáles deben ser los roles de ambos a partir de ahora. Sostiene que ella se hará cargo de “la relación con las bases” y Gutiérrez tendrá bajo su responsabilidad los contactos más formales: “Eso de reunirse con las cámaras empresariales a mí me aburre. Que de eso se ocupe Gustavo”.
Si bien todo era alegría, también hubo un momento para evaluar las posibilidades electorales del binomio. “Las encuestas no son reales. Cuántos miles de pesos en publicidad invierten Menem, (Néstor) Kirchner o (Adolfo) Rodríguez Saá. Si me dan dos puntos abajo de cualquiera de los candidatos del PJ es porque estoy arriba de ellos”, indicó Lilita.
A su turno, el mendocino buscó mostrarse firme en su decisión. Eligió la ironía para responder sobre las posibles represalias que se generen en el Partido Demócrata: “Estoy dispuesto a echar a los que se oponen a esto”, dijo. Anoche, al cierre de esta edición, los demócratas mendocinos estaban reunidos para determinar qué hacer con este conservador rebelde. Seguramente también están dispuestos a echarlo.
Alejado de estas vicisitudes, durante la tarde Gutiérrez se mostró convencido del destino de esta nueva alianza política: “Mi participación no es testimonial, estoy en una fuerza política que busca el poder”.
Si bien Carrió no quiso profundizar sobre un posible acercamiento con el Movimiento Federal Recrear que lidera Ricardo López Murphy y que Gutiérrez y su partido ayudaron a conformar, el mendocino dijo primero que “si ellos no están orgullosos de esta decisión mía, tienen que retirarse de la política”. Sin embargo, poco después y durante un reportaje radial, Gutiérrez advirtió que intentaría “un acercamiento entre estas dos fuerzas políticas”. Tales declaraciones podrían generar un cortocircuito a sólo minutos de haberse realizado el acuerdo. De todas formas, desde el ARI buscaron bajar el perfil de los dichos de Gutiérrez y aseguraron que con “López Murphy es imposible un acuerdo”.
La conversación durante el almuerzo fue apenas más larga que el jueves de la semana pasada cuando Gutiérrez llegó al departamento de Carrió y la chaqueña le dijo al recibirlo: “Ya te imaginarás para que te llamé”. Elmendocino fue aún más escueto al responderle: “Dejame hablarlo con mi familia y el partido. Te respondo la semana que viene”.
Carrió estaba exultante. Sonreía, decía estar feliz y a varios de sus colaboradores y diputados de su bloque les recordaba con vehemencia: “¿No te dije, no te dije que me iba a decir que sí?”, les repetía a los supuestamente incrédulos. Luego les aseguró que “está todo bien, ahora viene la etapa final. Vamos a segunda vuelta, enfrentamos a Menem y ganamos”. Sus interlocutores le respondían con amplias sonrisas. Gutiérrez también lo estaba, pero su apego a las formas le impedía expresarse y apenas sus labios se estiraban sin dejar ver sus dientes. Fue tan notoria la actitud del mendocino que la propia Carrió dijo mientras los fotógrafos le rogaban por una sonrisa: “Háganlo reír que está duro como un ganso”. Antes del primer flash, Gutiérrez no se acercó a su compañera de fórmula hasta que no se ajustó la corbata y encontró su saco azul.
Recién al final, Gutiérrez pudo descontracturarse cuando le preguntaron si se acercaba al perfil que Carrió pretendía de su vicepresidente: “Dentro de lo que estaba en el mercado fui lo mejor que hay”. Cuando le preguntaron cuándo y cómo iba a comenzar la campaña de ambos, Gutiérrez se adelantó a Carrió y dijo: “Nuestra campaña empezó hace dos años. Lo que pasa es que ustedes recién se enteran”. Rieron juntos mientras Gutiérrez ya pedía a sus colaboradores el saco y la corbata y ella solicitaba un peine para enfrentar a los reporteros gráficos.