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Silvina Gvirtz tiene una larga cosecha de éxitos en el terreno académico. El año pasado entró en la gestión pública con el fin de nutrir de contenido pedagógico al plan Conectar Igualdad, uno de los programas más ambiciosos del Gobierno: el reparto de tres millones de netbooks a estudiantes secundarios. En diciembre, si las elecciones de octubre confirman el resultado de las PASO, la espera un desafío mayor: gestionar el segundo sistema educativo de América latina, la provincia de Buenos Aires, con 4,5 millones de alumnos. El gobernador Daniel Scioli la confirmó como sucesora de Mario Oporto, quien ocupará una banca como diputado nacional. “Un eje de mi gestión será la igualdad de oportunidades y la calidad educativa para todos. Eso lo creo y ése es mi origen familiar: esfuerzo, mérito y la igualdad de oportunidades”, dijo a Página/12 la ex directora del área de Educación de la Universidad de San Andrés, graduada de honor del Colegio Nacional de Buenos Aires, posgraduada en Flacso y doctorada en Educación.

Hace un año, Gvirtz, un apellido que pasó a ser un icono de los medios por las producciones televisivas de su hermano Diego, empezó a trabajar en un programa para escuelas carenciadas bonaerenses. A través de Oporto conoció a Scioli, quien la semana pasada en un almuerzo le ofreció el cargo de directora general de escuelas, un puesto que debe ser ratificado por la Legislatura provincial. El 40 por ciento de los estudiantes del país se concentra en las escuelas bonaerenses, una cantidad que transforma a esa jurisdicción en el termómetro de todo éxito o fracaso.

–¿Qué piensa como primera medida?

–Cuando uno piensa un sistema, piensa en varias medidas en paralelo. Seguir creando salas de 3 y 4 años para garantizar un jardín de infantes para todos. Se está haciendo mucho, pero todavía es una deuda pendiente. Los estudios recientes muestran que un año de jardín de infantes mejora el rendimiento de chicos en la primaria y en la media. Darle fuerza a educación y tecnología. Vamos a marcar muy fuertemente la continuidad con políticas de Provincia y Nación. En primaria estamos armando junto con Mario (Oporto) bibliotecas para completar los recursos didácticos de las escuelas. Seguir construyendo escuelas e invirtiendo en el mantenimiento edilicio. De a poquito despapelizar la administración educativa provincial. Intentar avanzar con el boletín electrónico, que las directoras no tengan que llenar planillas a mano, sino a través de las computadoras, tecnificar la gestión haciendo más fácil la vida administrativa. Son unas primerísimas ideas muy generales, estamos recién sentándonos a planificar el futuro.

–Usted tiene una larga trayectoria académica. ¿Cómo se imagina este paso a la gestión de un sistema educativo de tal dimensión?

–Tengo antecedentes con el programa Escuelas del Bicentenario (N de R: un programa del Iipe-Unesco que coordina al sector público y el aporte de empresas privadas) en el que participan 242 escuelas y 132 mil chicos. Vengo desde el 2006 trabajando. Voy a darte un poquito una mala noticia: la inexperiencia, como la juventud, sólo se cura con los años. Nunca he trabajado en un sistema con la dimensión de Buenos Aires, pero no lo veo como un problema, estoy acompañada por Mario (Oporto), estamos haciendo un equipo. Estamos iniciando una transición temprana para no ser una paracaidista en el momento de hacerme cargo de un sistema tan grande. Mario me va a seguir acompañando, va a seguir siendo un referente en temas educativos de la provincia.

–Las políticas de inclusión fueron siempre una de sus preocupaciones. ¿Cómo va a trabajar para compensar la desigualdad?

–Hay que equipar bien a las escuelas. Por un lado, la continuidad de un plan como Aula Digital hace a un tema de justicia educacional, profundizar programas nacionales como Conectar Igualdad que pueden marcar una diferencia en cuanto a la calidad educativa. Si se forma bien a los docentes para que utilicen las computadoras, para que apliquen programas de simulación en física, química, matemática,... de la mano de esas herramientas se entra al primer mundo. Eso sin capacitación no es suficiente. No es sólo conectividad sino el trabajo conjunto con los docentes.

–¿Ya se reunió con los gremios docentes?

–Tuve una reunión de conocimiento con la gente de Suteba. Fue muy buena, un placer. Los gremios son muy razonables. Si bien pretenden lo mejor para sus afiliados, también entienden las limitaciones de una provincia que invierte el 38 por ciento de su presupuesto en educación.

–Teniendo en cuenta que todavía faltan las elecciones de octubre, ¿no es apresurado haber anunciado su designación?

–Para mí es un honor colaborar en la campaña, soy una ferviente defensora tanto del gobierno nacional como del provincial. Me da mucho gusto colaborar, desde ya ojalá ganemos. Es el lugar donde quiero estar en términos político-ideológicos.