[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

En sus últimos meses como director de Educación de la provincia de Buenos Aires, Mario Oporto se prepara para desembarcar en el Congreso en diciembre. “El kirchnerismo es el peronismo del siglo XXI”, afirma Oporto, que acaba de publicar De Moreno a Perón. Pensamiento argentino de la unidad latinoamericana (Planeta). Y asegura que las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández configuran “la más profunda actualización doctrinaria del peronismo”. En diálogo con Página/12, destacó que en su paso por la Cámara de Diputados apuntará a los temas vinculados con la educación en forma indirecta, como “el desarrollo, las políticas de población y la protección integral de los derechos del niño y el adolescente”, entre otros.

–Los primeros candidatos del FpV provienen de la gestión. ¿Es un dato para el electorado?

–Creo que es una oferta interesante la de poner como legisladores a quienes provienen de la práctica de una gestión intensa y política. El Parlamento es el lugar del debate político donde se encuentran todas las fuerzas según su representatividad para lograr acuerdos o para dirimir debates. Quien llega con experiencia política no solo teórica sino de la gestión práctica, y conociendo muy bien su provincia, tiene un plus. Pero además teniendo cierta especialidad en algunos temas como puede ser (Roberto) Feletti en economía, la experiencia que ha llevado adelante Julián Domínguez como intendente y como ministro, o Cristina Alvarez Rodríguez y yo en distintas especialidades, seguramente se va a enriquecer el Congreso.

–Usted lleva muchos años al frente de la cartera de Educación bonaerense. ¿Se va satisfecho con su gestión?

–Es muy difícil hacer un balance de éxitos y falencias porque siempre queda mucho por hacer. Creo que cumplí una etapa y en ese sentido estoy satisfecho porque fue reconstruir el sistema educativo en la provincia de Buenos Aires. Aplicando la ley nacional y provincial en sus inicios, tarea que tendrá que intensificar mi sucesora, que es Silvina Gvirtz, para cumplir con la siguiente etapa. Me voy muy satisfecho porque creo que logramos reconstruir el sistema educativo bonaerense, mejoramos la situación laboral y profesional de los docentes, reconstruimos la escuela secundaria, mejoramos la formación docente, invertimos mucho en equipamiento, profundizamos la relación de la educación técnica y agropecuaria con el trabajo y la producción e invertimos en infraestructura.

–Si la Presidenta es reelecta, habrá cuatro años de la profundización del modelo que ella plantea y también serán los últimos cuatro años de un Kirchner en la presidencia. ¿Cómo ve al PJ bonaerense ante este escenario?

–Creo que el PJ bonaerense tiene que acompañar este cambio profundo que ha vivido la Argentina a través de las gestiones de Néstor Kirchner primero y de Cristina Fernández después. Considero que el kirchnerismo es el peronismo del siglo XXI. Néstor con su iniciativa política y particularmente Cristina con estos cuatro años de estadista han realizado la más profunda actualización doctrinaria del peronismo, que no se hacía desde los últimos discursos de Perón. El PJ bonaerense se tiene que aggiornar, se tiene que incorporar a esta idea de un peronismo moderno, progresista, democrático, que quiere transformar el país, industrialista, frentista, latinoamericanista.

–Su ingreso al Congreso es casi seguro. ¿Qué piensa hacer desde su banca?

–Primero ser un diputado que defienda el proyecto nacional y las iniciativas del Ejecutivo porque no considero la banca desde una perspectiva individualista. Los votos que me hacen diputado son de la Presidenta y del gobernador Daniel Scioli, no míos. Desde ya que yo tengo una base de formación intensa de especialización en educación, pero me gustaría dedicarme a esos temas que sin ser directamente educativos hacen a la mejora de la educación. Están vinculados con el desarrollo, con las políticas de población, con la protección integral de los derechos del niño y el adolescente, incluso de financiamiento.