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El presidente Eduardo Duhalde admitió ayer que le deja un país “muy endeudado” al próximo presidente. “El nuevo gobierno tendrá que negociar con los acreedores una quita y nuevos plazos para el pago de la deuda externa”, reconoció ayer Duhalde.
En declaraciones al programa “Conversando con el Presidente”, de Radio Nacional, Duhalde admitió que el país sigue muy endeudado. “Hemos empezado los primeros contactos, el próximo gobierno tendrá que negociar una quita con los acreedores, una espera y nuevos plazos. De los 18 puntos de caída del PBI en los últimos años, una gran parte fueron durante la convertibilidad, a partir del segundo semestre de 1998”, señaló el Presidente, en referencia al último tramo de la gestión de Carlos Menem.
Para Duhalde, uno de los desafíos centrales del próximo gobierno será la renegociación de la deuda externa. “Es necesaria para que podamos abrir nuestra economía y vuelvan a prestarnos, sobre todo al sector de la producción, que necesita del apoyo internacional. Un país que no paga sus deudas es lo mismo que una persona o familia que no paga sus deudas. Nadie le gira un cobre y ese es un tema que hay que tener muy en cuenta”, dijo el Presidente.
“El nuevo gobierno debe apuntar a consolidar la recuperación económica a través del actual modelo productivo, porque lo básico es seguir generando riqueza y reactivar el mercado interno. Si en la Argentina no se crea riqueza y no se la reparte después más equitativamente, la situación va a volver después a complicarse”, advirtió Duhalde. Finalmente, sostuvo que “no hay posibilidad” de que ningún candidato “se anime a sacar los programas sociales que tendieron una mano a millones de argentinos”.