Trabajadores y alumnos del Centro Cultural Rojas (UBA) se manifestarán mañana en reclamo de la “reincorporación de todos los docentes despedidos” en aquel centro de extensión universitaria, y en repudio al “ataque a la libertad sindical” que denunciaron los docentes (des)afectados. En la reciente publicación del cuadernillo con los programas del Rojas para los próximos meses no aparecieron cinco cursos que se venían dictando: “Curiosamente, los cinco docentes que los dictamos somos los que desde el año pasado venimos organizando una gremial en reclamo de aumentos salariales y mejoras en las condiciones de contratación”, aseguró Alejandro Belkin, delegado de la gremial nucleada en la AGD, en diálogo con Página/12. Fuentes del rectorado de la UBA sostuvieron que en el Rojas, al ser un centro cultural, “los contratos son temporarios y cambiantes”, y que “los cursos se cierran y se abren según las demandas, las disponibilidades, las épocas, la conducción”.

Los docentes cuyos cursos fueron removidos pedían aumentos salariales (desde marzo de 2010 sus sueldos no se han modificado) y mejoras en las condiciones de contratación: “Si te enfermás y no vas a trabajar, no cobrás. No tenemos aguinaldo, ni vacaciones, no depositan jubilación –contó Belkin–, es una situación de extrema precariedad. Se firman contratos cada cuatro meses, dos veces por año. Con lo que cubrimos ocho meses, mientras que los otros cuatro no cobramos nada”. Respecto de los salarios, apuntó que “se gana la mitad de lo que gana un docente que es ayudante de primera”. Piden que sus ingresos se equiparen al resto de los docentes de la UBA: “Queremos ser considerados docentes con derecho pleno”, dijo el delegado gremial.

La UBA considera que “no puede haber una equiparación porque el origen y la actividad de estos profesionales no son iguales a los de los docentes universitarios”, según argumentó un vocero de la universidad, ante la consulta de este diario. La misma fuente señaló que los fondos para los sueldos del Rojas provienen de recursos propios (en rigor, los cursos del Rojas son generalmente arancelados), mientras que los salarios de los “docentes universitarios” los cubre el Estado. “Para ser docente tenés que ser concursado, incluso aquellos que están con designaciones transitorias tienen mayores exigencias académicas que los profesionales del centro cultural. Esto no significa que los cursos no tengan buen nivel, ni que la UBA no quiera que permanezcan.”

La Universidad de Buenos Aires cuenta con catorce centros culturales y con otras unidades que también brindan actividades culturales. No obstante, el Rojas posee un volumen que, en sí mismo, bien podría ser equiparado a una facultad. “Tiene alrededor de 600 docentes y 13 mil alumnos, un número considerable –amplía Belkin–. Y el problema mayor es que hay casos de gente que está hace 10 o 15 años trabajando en esta situación. Los abogados a quienes hemos consultado dicen que desde el punto de vista legal existe una relación de dependencia, aunque esté encubierta.” El gremio docente AGD –que convoca junto a la Conadu Histórica y la FUBA al acto de mañana, a las 8, en Corrientes 2038– difundió un comunicado para “exigir que la coordinadora general adjunta del Rojas, Cecilia Vázquez, implemente la reincorporación de los compañeros Alejandro Belkin, Paula Belmes, Mariela Delnegro, Agustina Lizzi, Manuel Ferrer, que son todos los miembros de la comisión directiva gremial”.

Informe: A. S.