EL PAíS
Carlos Menem lanzado a juntar votos en Madrid
“Compatriotas, con Menem los argentinos vuelven”, se lee en los carteles que el ex agente de la SIDE, Osvaldo Agosto, llevó a España para ampliar la campaña del ex presidente.
Por Diego Schurman
Parecía un martes más. Una mañana fresca de primavera. Cientos de voces y consignas contra la guerra en Irak. Y el movimiento habitual de una jornada laboral. Pero había un detalle que los madrileños no pasaron por alto: la pegatina de cientos de carteles con la consigna “Compatriotas, con Menem los argentinos vuelven”.
Los 800 afiches fueron colocados en lugares estratégicos de la capital española. Varios de ellos se vieron a lo largo de la Gran Vía, en la Puerta del Sol y también en las inmediaciones del Santiago Bernabeu, el estadio del Real Madrid, aprovechando que el equipo local realizaba un partido a beneficio con un combinado de Galicia.
La “movida” menemista estuvo a cargo de Osvaldo Agosto, un ex miembro de la SIDE estrechamente vinculado con quien fuera titular del organismo en la década del 90, Hugo Anzorreguy.
El afiche está dirigido a los residentes argentinos en España, con facultad para votar en las elecciones presidenciales del 27 de abril. Y el mensaje intenta demostrar las supuestas ventajas comparativas del ex presidente respecto del resto de los candidatos.
Lo hace con un breve parangón entre la década de gestión de Menem y los años de plomo, además de las administraciones delarruista y duhaldista. Los puntos destacados son:
- “Durante la dictadura y hasta 1989 muchos argentinos padecimos el terrible flagelo de tener que emigrar en busca de libertad, trabajo y bienestar, dejando familias, amigos y afectos en nuestra querida tierra”.
- “Desde el año 2000 hasta el presente, ante la terrible crisis en la que se sumergió a nuestro país, la dolorosa imagen de las colas en los Consulados volvió a aparecer porque numerosos argentinos, en su mayoría jóvenes, piensan encontrar en el exterior una posibilidad de desarrollo personal y profesional”.
- “Desde 1989 hasta 1999, los argentinos no sólo no emigraron sino que, por el contrario, la Argentina posibilitó que miles y miles de hermanos latinoamericanos encontraron en nuestro país un lugar de bienestar y prosperidad”.
Los carteles –unos 1500 en total– se imprimieron en Buenos Aires y acompañaron a Agosto en un vuelo directo al aeropuerto de Barajas. La versión oficial indica que por la publicidad menemista se invirtieron 800 pesos, a lo que hay que sumarles los pasajes y la estadía de una semana del ex service, más la labor nocturna de un grupo de “pega-afiches”, a no ser que hayan hecho un heroico acto de militancia.
El trabajo de Agosto completa la folletería que habitualmente reparte César Neira, un viejo partidario de Menem que abrió un centro de documentación justicialista en Madrid, y al que también se conoce por regentear un restaurante de la capital española. Neira estuvo con Menem hace un mes en el Hotel Presidente.
En este caso, para la experiencia europea Agosto obtuvo el guiño de Julio César “Chiche” Aráoz, uno de los integrantes más conspicuos del comando de campaña menemista. Ambos conversaron del tema durante la última semana y decidieron avanzar cuanto antes.
Para el “publicista internacional” de Menem, España no es un terreno desconocido: cuando el presidente Eduardo Duhalde lo corrió de la Secretaría de Inteligencia del Estado –aunque dicen que en la práctica nunca se abandona ese organismo–, Agosto se trasladó a Madrid para ejercer como operador de Anzorreguy en negocios privados. Se sabe, por cierto, de las excelentes relaciones que el ex titular de la SIDE mantiene con los directivos de Repsol y los funcionarios del Estado español.
Claro que Agosto promete no quedarse quieto. Como émulo de Enrique “Coti” Nosiglia, con quien trabó amistad cuando juntos trabajaron para Raúl Alfonsín en la interna radical de 1983, ya inició gestiones reservadísimas para ampliar su radio de acción. Concretamente, apunta a pegar los afiches sobrantes en Barcelona, una de las ciudades españolas preferidas de los residentes argentinos. Y también augura lograr lo propio en Miami, una de las escalas norteamericanas de relax que el menemismo supo hacer propia cuando Punta del Este le quedaba chica.
Por ahora, Agosto se regodeó entre los propios por haber impuesto el nombre de su jefe máximo en las calles madrileñas, algo que ni los candidatos españoles osarían en tiempos de guerra pese a la inminencia de elecciones locales. Seguramente Menem agradecerá los servicios del hombre de los servicios.