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El secretario general del gremio de la construcción (Uocra), Gerardo Martínez, negó que los recientes hechos de violencia protagonizados por integrantes de ese sindicato se deban a cuestiones gremiales y reconoció que hay un alto índice de adicción a las drogas entre los trabajadores de la construcción. “No tiene que ver con lo sindical”, resaltó Martínez, al ser consultado por enfrentamientos violentos entre dirigentes de la Uocra, como el caso de los recientes tiroteos en la localidad bonaerense de Florencio Varela, con nueve heridos, y en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia.

El sindicalista admitió que hay un problema entre los trabajadores de la construcción de consumo de paco en obras de bajo nivel económico, y de cocaína en construcciones relacionadas con el sector de hidrocarburos. “Son varios factores de complejidad que están relacionados con lo que sucede en nuestra sociedad. Yo voy a decir que lamentablemente lo tengo que decir. Hace unos años la adicción al alcohol era un gran problema, pero hoy es la droga”, indicó Martínez.

El gremialista agregó que los últimos “incidentes que ocurrieron generan una imagen que daña a la Uocra”, y afirmó que esos hechos “no tienen nada que ver con la conducta del trabajador porque son situaciones que se van de las manos, que no tienen nada que ver con lo sindical. Aparece el tema de la droga en obras de gran poder adquisitivo, el consumo de drogas caras en nuestros compañeros, y en las de poco poder adquisitivo está el paco”, reveló Martínez.

El jefe de la Uocra comentó que cuando habla de construcciones donde los obreros cobran sueldos altos, se refiere a “obras de mantenimiento de pozos petroleros o hidroeléctricas”. Según describió, en un estudio hecho en “una obra como Atucha 2, el 15 por ciento de nuestros compañeros era adicto”.