Sergio Schoklender le pidió al juez Norberto Oyarbide que le tome declaración indagatoria “a la mayor brevedad posible”. Su defensora, Perla Martínez de Buck, incluso solicitó que sea antes del 30 de mayo, ya que estará todo junio de licencia. El miércoles pasado, cuando fue detenido, Schoklender no quiso contestar preguntas porque entre las imputaciones que el magistrado le leyó había algunas nuevas, que no estaban entre las que el año pasado había planteado el fiscal Jorge Di Lello. El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo está detenido como jefe de una asociación ilícita que, según Oyarbide, desvió dinero que estaba destinado a la construcción de viviendas sociales, entre otros delitos. A la vez, lo responsabiliza de haber defraudado tanto a las Madres como al Estado. También está detenido su hermano Pablo, como organizador. Ambos le pidieron a la Cámara Federal que los deje en libertad. Las indagatorias (que serán una veintena) continúan hoy. Debe presentarse la psiquiatra Viviana Sala, ex esposa del mayor de los Schoklender, quien es señalada como miembro de la asociación ilícita. Se le atribuye la propiedad de casas que fueron construidas con los materiales destinados a las obras de la Misión Sueños Compartidos y el cobro de sumas dudosas.