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El destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, afirmó ayer a la tarde que la decisión adoptada por la Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur, de suspender transitoriamente a este país hasta que se realicen elecciones libres, “se ajusta a las normas vigentes” en los estatutos del bloque regional. Por su parte, el presidente de Paraguay, Federico Franco, dijo ayer que “otros intereses en juego” presiden la sanción aplicada contra su país por el Mercosur.

Antes de comenzar a leer su escueto discurso, Lugo lamentó “que el Mercosur estuvo reunido con una silla vacía, la silla de Paraguay”. Al respecto, señaló: “La decisión tomada por los jefes de Estado del Mercosur, de suspender la participación del Gobierno Paraguayo instalado después de la inconstitucional salida del gobierno electo el 20 de abril del 2008, se ajusta a las normas vigentes en el Mercosur”.

En la misma línea, el ex obispo remarcó en la sede del Partido País Solidario, donde desarrolla su actividad política desde el golpe que lo depuso hace una semana, que “la democracia de la región ha decidido sancionar a la clase política paraguaya, que recurrió a métodos violatorios de la Constitución nacional y de toda la jurisprudencia nacional e internacional, sobre el derecho a la defensa y el debido proceso”.

Además, Lugo explicó que el mecanismo mediante el cual se aplicó la sanción fue elaborado en 1996, para salvaguardar a la democracia paraguaya, en defensa del intento de golpe de Lino Oviedo. El mecanismo fue elaborado “justamente como respuesta a una amenaza de interrupción del proceso democrático paraguayo en el año 1996. En ese momento, toda la región y la opinión pública internacional salieron en defensa de la democracia paraguaya. Y el Mercosur consolidó mecanismos de defensa de la democracia en lo que se conoce como el Acuerdo de Ushuaia Uno”.

Lugo se preocupó en resaltar que los presidentes del bloque regional “decidieron castigar exclusivamente a la clase política paraguaya que produjo un quiebre del orden democrático”. Allí destacó que salvaguardaron “que no se tomara ninguna medida económica que perjudique al pueblo”. “La decisión de los jefes de Estado del Mercosur apunta a que el levantamiento de estas sanciones depende del restablecimiento del orden democrático en el Paraguay”, finalizó.

Por su parte, el presidente Franco dijo: “Hay otros intereses en juego, que ya aparecerán”, luego de conocer la medida dispuesta por los mandatarios de Argentina, Brasil y Uruguay en Mendoza. Paraguay fue excluido de participar de las reuniones de los órganos decisorios del bloque hasta que celebre elecciones libres y democráticas, luego de que Franco asumiera, hace una semana.

Las próximas elecciones presidenciales en Paraguay se realizarán el 21 de abril del 2013, y el presidente electo debe asumir el 15 de agosto de ese año. Acerca de posibles acciones de su gobierno ante la situación, Franco dijo que iba a evaluar “costos/beneficios” tras la nueva situación, no descartando la posibilidad de firmar acuerdos de libre comercio con otros países. “Al ser suspendido el Paraguay, está liberado de tomar decisiones. Vamos a hacer lo que más convenga al Paraguay”, sostuvo.