Mientras sobre la calle Viamonte al 400 se manifestaban docentes y estudiantes, el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) resolvió ayer renovar las designaciones de profesores mayores de 65 años, a los que había resuelto cesantear a fines del año pasado. Por 16 votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones, el Consejo Superior decidió prorrogar hasta diciembre los nombramientos de sólo 500 docentes y dejó cesantes a 152, según denunció el gremio AGD. La UBA aplica su estatuto, que fija en los 65 años el límite para ejercer la docencia, mientras que los profesores exigen que se aplique la ley 26.508, sancionada en 2009, que les concede el derecho a optar por continuar trabajando cinco años más. La universidad se presentó ante la Justicia planteando que la norma vulnera su autonomía y, hasta ahora, mientras avanza la causa, venía renovando cada seis meses las designaciones de los profesores cuya continuidad solicitaban las facultades. A diferencia de AGD, el gremio Aduba destacó que, con las prórrogas, “los docentes podrán seguir optando por trabajar cinco años más”.