La CGT se fracturó oficialmente el jueves pasado y, con Hugo Moyano afuera de su espacio, los gremios que resolvieron abandonar a su suerte al líder camionero se reunirán mañana para “analizar y evaluar cómo quedó definido el escenario”, anticipó a Página/12 el secretario general de Luz y Fuerza, Oscar Lescano. Estudiarán con sus asesores legales la estrategia para “la recuperación del patrimonio de la CGT” que hoy está en manos de Moyano. También buscan abrir el diálogo formal con el Gobierno y, según trascendió, en las próximas horas el candidato del sector, Antonio Caló, podría ser recibido por la Presidenta.

“Nos vamos a encontrar en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para evaluar los pasos a seguir”, señaló Lescano apuntando al cónclave que realizarán los gremios que desconocen la reelección de Moyano realizada en el estadio de Ferro. Después del congreso de la semana pasada, donde el camionero selló la ruptura de la central obrera, los sindicatos mayoritarios redefinirán su estrategia política para mostrar iniciativa y control del espacio sindical. El 3 de octubre realizarán su propio congreso extraordinario para elegir autoridades: según ya acordaron, el dirigente metalúrgico Antonio Caló será electo secretario general. A medida que se acerque la fecha, irán definiendo cómo queda conformado el consejo directivo que acompañará al titular de la UOM.

El enfrentamiento de Moyano con el gobierno nacional, que dificulta el avance de los reclamos de la agenda de la CGT, fue uno de los puntos que generaron la división interna de la central obrera. El corte del diálogo con la Casa Rosada por las posiciones personales del líder camionero y su plan para saltar al terreno político decidió a los Independientes –los estatales de UPCN, la Uocra y Obras Sanitarias–, los Gordos –representan a los gremios grandes como Comercio, Sanidad y Alimentación, entre otros– y los no alineados –como la UOM, los mecánicos de Smata y los colectiveros de la UTA– a retirar su apoyo a un nuevo período de Moyano en la CGT. El espacio fue creciendo y se sumaron algunos ex moyanistas como el taxista Omar Viviani, los docentes privados de Sadop, que conduce Horacio Ghilini, y los trabajadores portuarios del SOMU, que lidera Omar Suárez.

“Principalmente vamos a evaluar la situación, porque lo que sigue es un tema judicial. Vamos a ir con los abogados para ver cómo seguimos para demostrar la legalidad de la CGT”, explicó Lescano de cara a la reunión posterior al congreso moyanista. La posibilidad de que el gastronómico Luis Barrionuevo se sume sigue vigente, a pesar de que algunos dirigentes ya se mostraron contrarios a una CGT conducida por un triunvirato, como propone el líder de la CGT Azul y Blanca. “No descartamos la posibilidad del triunvirato, pero la mayoría está en contra. Igual tenemos que seguir hablándolo hasta tomar una decisión”, destacó Lescano. Barrionuevo se encontró otra vez en la escena política de la CGT al profundizarse la división interna. Moyano intentó acercarlo a su espacio, pero el gastronómico coqueteó a dos puntas casi hasta el final, impulsando el triunvirato que, según sus cálculos, le daría un espacio de importancia.

“Estamos mandando mensajes a ministros y funcionarios para retomar la agenda de los trabajadores y entablar el diálogo otra vez”, explicó Lescano, detallando uno de los puntos principales que necesitan resolver los dirigentes. “Hay diálogo, pero queremos ir a una situación más formal”, agregó el dirigente: una reunión oficial le daría entidad y legitimidad al espacio que encabezará Caló.