Los policías en huelga de Santa Cruz suspendieron ayer la medida de fuerza y anoche analizaban la propuesta salarial que hizo el gobernador Daniel Peralta. El mandatario, que firmó el jueves el decreto con un aumento para los uniformados y ayer se reunió con sus representantes, dijo que la policía “debe” tener mejoras en sus ingresos, pero las supeditó a la “estrechez presupuestaria” de las arcas provinciales. Y resaltó que “lo principal es restaurar la seguridad”. En tanto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajó ayer por la tarde a Río Gallegos para pasar el fin de semana.

Los efectivos en rebeldía hicieron una pausa en la huelga que venían manteniendo en las siete comisarías de esa ciudad a la espera de los resultados del encuentro con el gobernador, que se produjo a mediodía en la sede del Ejecutivo provincial. Habían tomado esa decisión durante una asamblea en la que aceptaron la propuesta mediadora impulsada por el diputado Alejandro Victoria. Los once delegados elegidos por los policías, acompañados por el legislador, ingresaron a las 11.50 a la Casa de Gobierno para entrevistarse con Peralta.

El gobernador había firmado un decreto que mejoró el “valor punto” con el que se forma el salario de los policías, que pasará de los actuales 15,60 pesos a 20,91 desde julio, hasta alcanzar los 21,10 en enero próximo. Victoria aseguró que esa medida permitió “descomprimir” la tensión que persistía entre los policías y el gobierno, a lo que se sumó la iniciativa de Peralta de recibir a los delegados del sector y el gesto de estos últimos de suspender, al menos en la capital, la medida de fuerza.

Antes de la intermediación del legislador Victoria, los policías en huelga de Santa Cruz habían marchado por la capital provincial. También se manifestaron frente a la Casa de Gobierno, donde montaron carpas y ratificaron la continuidad del plan de lucha en reclamo de mejoras salariales y laborales.

Cuando apareció sobre la mesa el decreto firmado por Peralta, levantaron las carpas, aunque dejaron la que habían ubicado frente a la Jefatura de Policía. Por este conflicto, el gobierno santacruceño pidió a la Casa Rosada el envío de gendarmes para garantizar condiciones de seguridad en el distrito, lo cual fue concedido por tratarse de una huelga de policías, ya que el Gobierno había anunciado que no enviaría fuerzas federales a los conflictos en las provincias.

Al finalizar el encuentro con los policías autoconvocados, que duró unas dos horas, Peralta se manifestó optimista en cuanto a poder encaminar el conflicto policial hacia una solución, aunque reconoció que necesitaba pedir fondos a la Nación para pagar los aguinaldos. Al salir, el gobernador dijo a la prensa que el diálogo fue “franco, sincero y criterioso; me he encontrado con gente muy predispuesta a poner a la policía en mejores condiciones”.

Tras manifestar que “necesitamos devolver a la provincia la policía que nos merecemos”, Peralta destacó, en alusión a la presencia de agentes federales en su jurisdicción, que “lo imprescindible es restaurar, con nuestra policía, la seguridad en Santa Cruz”. Y sostuvo: “Queremos ser artífices de que ellos vuelvan al trabajo”.

Al cierre de esta edición, los policías comenzaban a reunirse en asamblea y notificar a las distintas delegaciones el ofrecimiento salarial.