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“En su carácter de Mando Supremo de las Fuerzas Armadas está usted constitucionalmente facultado para averiguar lo que algunos militares y policías de su país ocultan con tanto celo desde hace más de un cuarto de siglo”, dice una carta entregada ayer al presidente de Uruguay, Jorge Batlle. El mensaje, destinado a que el jefe de Estado se comprometa en la búsqueda de los restos de la nuera desaparecida del poeta Juan Gelman, fue firmado por más de 88 mil personas: poetas, escritores, intelectuales, artistas y ciudadanos de 122 países.
“Reiteramos con urgencia nuestro total apoyo al debido esclarecimiento de la suerte corrida por María Claudia y también a la inaplazable búsqueda de sus restos para enterrarlos digna y humanamente. Cada desaparecido vaga en el vacío y busca su lugar para reposar en paz. Nadie puede negar a ningún ser humano ese derecho inalienable. Es, señor presidente, su noble facultad y honroso deber el facilitar todos los conocimientos de que usted dispone para reafirmar nítidamente tal derecho”, le dicen a Batlle en la carta, entre otros, el cineasta alemán Win Wenders y el español Pedro Almodóvar; los escritores chilenos Luis Sepúlveda y Ariel Dorfman, el estadounidense Arthur Miller y los premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel, y de Literatura, Imre Kertész, Gabriel García Márquez, Günter Grass, Wole Soyinka, José Saramago, Derek Walcott, y Darío Fo.
María Claudia García Iruretagoyena de Gelman fue secuestrada en Buenos Aires el 24 de agosto de 1976 junto a su esposo Marcelo Ariel Gelman, hijo del poeta. Tenía 19 años y estaba embarazada de ocho meses. La mujer fue llevada desde el centro clandestino Automotores Orletti a Montevideo, donde dio a luz. Una investigación de Juan Gelman y su esposa Mara La Madrid, apoyada en la solidaridad de ciudadanos de todo el mundo, permitió que la hija de María Claudia fuera encontrada en Uruguay. Pero el cuerpo de la nuera de Gelman aún no fue hallado.
La Comisión para la Paz, creada por Batlle para averiguar el destino de los desaparecidos, concluyó en su informe final del 10 de abril pasado, que “existen elementos de convicción coincidentes y relevantes que permiten asumir” que María Claudia “fue detenida en Argentina y trasladada a nuestro país (Uruguay), donde estuvo detenida en un centro clandestino de detención y dio a luz una hija que le fue quitada y entregada a una familia uruguaya” pero que la Comisión “no ha podido confirmar plenamente las circunstancias de su muerte”. El informe, que a través de un decreto se convirtió en la posición oficial, confirmó la investigación de Gelman y La Madrid. Pero no aportó las piezas que aún le faltan al rompecabezas, como el sitio donde se oculta el cadáver de la nuera del poeta. Esto es lo que masivamente le piden a Batlle las 88.572 personas.
Entre los argentinos que adhirieron al reclamo figuran: el escritor Ricardo Piglia, los dramaturgos Roberto Cossa y Griselda Gambaro, la actriz Cristina Banegas, el escritor Tomás Eloy Martínez, el humorista Joaquín Salvador Lavado “Quino”, la cantante Mercedes Sosa y el actor Héctor Alterio. El rector de la Universidad de Buenos Aires, Jaim Etcheverry, firmó con el mandato de los 29 miembros del Consejo Superior. También adhirieron 26 legisladores porteños. Además, se sumaron personalidades de 122 países, entre ellos, Armenia, Aruba, Australia, Bielorrusia, Burkina Faso, Camboya, Chipre, China, Estonia, Jamaica y México.