El Ministerio de Seguridad abrió un expediente interno por el incendio que destruyó 60 motos Yamaha 900 en Mercedes, dentro de un depósito de la Gendarmería. En cualquiera de las dos variantes, si el incendio fue accidental o intencional, se buscará establecer la responsabilidad de efectivos y jefes de la Gendarmería de ese destacamento. En el ministerio no descartan que haya existido un sabotaje, sobre todo porque esta semana se liquidaron los sueldos y hubo 8000 cautelares irregulares, caídas ya hace mucho tiempo, y a cuyos titulares se les aplicó los correctivos por primera vez. En el depósito había una pintada reclamando por “salarios dignos”, pero no está claro si la leyenda fue pintada durante el conflicto de octubre o ahora. Por su parte, el primer dictamen de los bomberos de Mercedes es que el incendio fue accidental. Además del expediente interno, el incendio también es investigado por la Justicia Federal. El fiscal estuvo en el lugar y el ministerio le dio importancia al hecho, sobre todo porque se trata de 60 motos valiosas. Por ello, la ministra Nilda Garré dispuso el desplazamiento a Mercedes de Gustavo Palmieri, subsecretario de Gestión del Personal de la cartera, y luego también viajó a Mercedes el secretario de Seguridad, Sergio Berni. El jefe de los bomberos de Mercedes que intervino en el incendio a las cuatro de la mañana, Alfredo Gutiérrez, explicó que cuando “llegamos a la Escuela de Gendarmería, el fuego estaba extendido en la parte central del edificio. Participaron cuatro dotaciones”. El ex vocero de los gendarmes, Raúl Maza, sugirió que el incidente tuvo que ver con el malestar en la fuerza por la última liquidación. Maza intentó revivir la propuesta el domingo pasado con una misa en Plaza de Mayo, pero la convocatoria fue un fracaso. Dos días antes fue dado de baja de la Gendarmería –era enfermero– porque continuaba incitando a la rebelión cuando ya estaba puesto en disponibilidad.