Pasión, necesidad, moda, vicio, espíritu gregario: tuitear revela alguna de esas cosas o todas al mismo tiempo. Y a veces, también, cierta inclinación por el chisme. Es divertido chusmear. Y si es divertido, ¿por qué no hacerlo?

Alejandro Nieva es uno de los integrantes de la Auditoría General de la Nación, un órgano que según su propia definición en www.agn.gov.ar “asiste técnicamente al Congreso en el control del Estado de las cuentas del sector público”. También “verifica el cumplimiento contable, legal y de gestión por parte del Poder Ejecutivo Nacional; controla la exposición completa, clara y veraz de las cuentas públicas y analiza la administración de los intereses fiscales”.

Nieva es un político con experiencia. Miembro de la Unión Cívica Radical, fue diputado nacional por Jujuy, su provincia. Tiene una estrecha relación con Gerardo Morales, el senador nacional por Jujuy en representación de la minoría radical. A pesar de un distanciamiento público reciente, que el futuro servirá para evaluar en profundidad, Morales es el mismo dirigente político que en los últimos años mantuvo una connivencia estrecha con el núcleo duro que controla el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial en Jujuy. Se trata del actual gobernador Eduardo Fellner y del vice Guillermo Jenefes, hermano a su vez de Sergio Jenefes, que llegó a ser miembro del Tribunal Supremo de Justicia de Jujuy a pesar de que los organismos de derechos humanos denunciaron que en la dictadura fue director de Administración de Tierras Fiscales y luego subsecretario de Promoción y Asistencia a la Comunidad. Los lectores de este diario ya conocen que un estudio de abogados, Noceti-Frías, patrocinó a la empresa Ledesma y al mismo tiempo proveyó funcionarios a Jujuy. Uno de ellos, el ex secretario de Turismo y actual diputado provincial Jorge Noceti. Otro, el mismo Fellner. Además de la kirchnerista Carolina Moisés, ex diputada nacional y fundadora de Viva Jujuy, el polo más fuerte contra Fellner y su estructura está representado por Milagro Sala. La dirigente social que lidera Unidos y Organizados en Jujuy es blanco habitual de Nieva.

Desde que accedió a la AGN por la primera minoría parlamentaria, la UCR, el auditor mantuvo un perfil discreto que cambió en los últimos meses, para sorpresa de sus propios colegas.

El auditor no es una estrella del Twitter ni tendría por qué serlo. Con 198 seguidores y 152 tuits al domingo 16 de diciembre, @jandronieva se presenta así: “Soy jujeño, fui diputado nacional por mi provincia; ahora soy Auditor General de la Nación; tengo una familia que me dan ganas de aplaudir”.

Tuitea poco. Sin embargo, parece seleccionar los temas que le importa difundir: actividades de la UCR jujeña, turismo en Tilcara, su trabajo en la AGN. También lo que llama Ley de Medios, o sea, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Por Twitter elogió el análisis realizado en CNN por el ex secretario de Comunicaciones de Fernando de la Rúa, Henoch Aguiar.

Ultimamente le está dando un toque personal a sus tuits. Como los artistas, que anuncian su presencia al comienzo de una fiesta o un recital, informó el miércoles 12 a las 14.37: “Estamos comenzando reunión de Colegio en la AGN con importantes informes”. El mismo 12 a las 14.41, sólo cuatro minutos después, anunció: “Aprobamos informe de gestión sobre el Orsna”. ¿El primer tuit se atrasó? ¿O el objeto de análisis imprimió al Twitter velocidad de jet? El Orsna es el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos.

Si Nieva informó que “aprobamos”, es posible suponer dos cosas. Una, que el informe de la AGN ya tenía las firmas correspondientes. Otra, que esas firmas pertenecen a los auditores que forman el colegio por designación del Congreso: el propio Nieva, el auditor propuesto por el radicalismo Horacio Pernasetti, los auditores propuestos por el peronismo Francisco Javier Fernández, Vicente Brusca, Vilma Castillo y Oscar Lamberto y el presidente de la AGN, también propuesto por la UCR, Leandro Despouy.

En una institución importante y delicada como la AGN, el vocabulario tiene su sentido. Por eso el tuit del 13 de diciembre a las 8.41 tiene otro tono. Dice: “En la AGN observamos inexplicable operación financiera de Arsat”. ¿”Aprobamos” es lo mismo que “observamos”? ¿Quiénes “observamos”? El tuit remite vía link a una nota del periodista Marcelo Cantón publicada en Clarín el mismo 13. El título dice: “Denunciaron a AR-SAT por una ‘extraña operación’ financiera”. La bajada de la nota reza: “Lo hizo la Auditoría General de la Nación. Fue ante el organismo que investiga casos de lavado de dinero”. En el comienzo de la nota, Cantón escribió que la AGN “denunció a la empresa estatal AR-SAT por sospechas respecto de una ‘extraña operación’ con títulos públicos” y apuntó que la presentación de la Auditoría “fue ante el organismo que investiga casos de lavado de dinero”.

La nota de Cantón indica que fue Nieva quien presentó el caso, como presidente de la comisión que elaboró el informe. Dijo el auditor jujeño a Clarín: “Comenté entre las observaciones una operación que resulta por demás extraña, a la que vez que inmoviliza más de 50 millones de pesos por más de 20 años”.

Una búsqueda en la web de la AGN dio resultado negativo. Nada sobre un informe acerca de AR-SAT que haya sido aprobado el 12 por el Colegio de Auditores. Por otra parte, Nieva fue eficaz al comunicar la aprobación de informe sobre el Orsna. ¿Por qué habría de soslayar el método con AR-SAT?

Página/12 pudo establecer que la misma intriga embargó a los otros auditores. Incluso uno de ellos, Brusca, el jueves 13 mantuvo un diálogo áspero con Nieva. Le achacó haber filtrado un tema cuando ni siquiera los auditores lo habían firmado y, menos aún, colgado en la página web de la AGN. El argumento era que, más allá de la veracidad o no del contenido sustancial sobre las finanzas de AR-SAT, que surgirá de la investigación de los técnicos de la AGN, todos los auditores quedarían en una situación institucional frágil y que eventualmente la empresa bajo pesquisa podría poner en cuestión la seriedad de la Auditoría.

El nombre completo de AR-SAT es Empresa Argentina de Soluciones Satelitales. Es una sociedad anónima, como YPF, y por lo tanto no integra la Administración Pública Nacional aunque su accionista –único, en este caso– es el Estado. Las sociedades anónimas se rigen por la ley 19.550, de Sociedades Comerciales.

Según la Comisión Nacional de Comunicaciones, AR-SAT fue creada para “promover el desarrollo del complejo industrial espacial argentino a través del diseño nacional y manufactura en el país de satélites geoestacionarios de comunicaciones”, para “preservar y explotar las posiciones orbitales” y para “incrementar la prestación de servicios satelitales en el país para aplicaciones comerciales, públicas y de gobierno”.

El mismo jueves 13, el día en que la extrañeza de Nieva salió a la luz, las funciones de AR-SAT se ampliaron. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, anunciaron durante un acto en Benavídez que AR-SAT tendrá a su cargo Libre.ar, una nueva marca de celulares. Página/12 informó en su edición del viernes 14 que Libre.ar será el modo por el que el Estado gestione su 25 por ciento del espectro de radiodifusión destinado a los celulares. El diario señaló que AR-SAT mediante Libre.ar les dará conectividad 3 G a las cooperativas y pequeñas y medianas empresas de telecomunicaciones de todo el país, que después podrán comercializar el servicio a los usuarios en competencia con las operadoras que ya operan en el sector de celulares.

Este diario pudo saber que el renovado estilo de Nieva y su eventual vulneración de normas internas de la AGN no sólo inquietan a sus colegas del Colegio de Auditores. La preocupación cunde también entre altos dirigentes radicales que ya veían con recelo la simbiosis entre Morales y la estructura de poder de Jujuy.

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