El viernes a la noche ya hubo pocos hechos vandálicos y ayer –salvo casos muy aislados y menores– la calma retornó a casi todo el país. La Justicia estuvo desbordada, al punto de que sólo en la provincia de Buenos Aires los fiscales y jueces de garantías determinaron que casi 400 de los imputados por robo y hurto calificado fueran enviados ayer mismo a distintos penales. Es muy probable que pasen allí, como mínimo, entre una semana y quince días.

En los expedientes queda claro que los hechos no fueron espontáneos, que hubo organización detrás, y las miradas están puestas en distintos protagonistas que tienen puntos en común: oposición al gobierno nacional y, en cada distrito, oposición al gobernador o al intendente local. En la metodología hay bastantes similitudes: rumores, mensajes de texto, punteros que le dicen a la gente que tal supermercado va a repartir bolsones de comida a tal hora, sin que esos comercios hubieran prometido nada. Los habitantes de los barrios humildes concurrieron y cuando se les dijo que la noticia era falsa, trataron de vulnerar la seguridad. Muchas veces hicieron punta los que están siendo investigados por la Justicia en cada lugar: punteros, barras, gremialistas (en especial de Camioneros), miembros de organizaciones sociales y hasta “soldaditos” que trabajan para los narcos. Los fiscales tienen horas de filmación de canales de la zona y cámaras de seguridad, para sumar elementos de acusación.

Ayer hubo ya bastante más tensión y mito que realidad. En Tucumán, por ejemplo, se vieron corridas en pleno centro porque supuestamente estaban saqueando cuatro ferias. Lo único cierto es que un joven intentó robar un par de zapatillas, el resto de las versiones eran falsas. “Es psicosis de la gente. No pasó nada”, dijo el jefe de Policía Jorge Racedo. Hubo incidentes en Grand Bourg, con una intentona contra un supermercado chino. Las autoridades del gobierno nacional y la provincias de Buenos Aires, Río Negro y Santa Fe coincidieron en que volvió la tranquilidad.

Bariloche fue el primer lugar donde se produjo un saqueo, al supermercado Chango Más. La investigación judicial hoy va contra la Cooperativa 10 de Mayo, que admitió haber ido al supermercado a reclamar bolsas de comida, pero adujo que cuando llegó ya había gente saqueando. Las imágenes –según trascendió– confirmarían que efectivamente participaron. En la mira están varios dirigentes sindicales, de Comercio, Camioneros y otros gremios alineados con la CGT de Hugo Moyano. En la causa hay cuatro nombres de gremialistas. Algunos hicieron punta en el saqueo y luego participaron habitantes de los barrios humildes de El Alto. En Bariloche jugó un papel determinante la falta de policías. Según parece, la dotación es de apenas 80 para una ciudad de 140.000 habitantes. Y el resultado es elocuente: apenas hubo siete detenidos, por hechos que duraron muchísimas horas.

En Campana ocurrió uno de los hechos más graves y con mayores detenidos. Empezó, como en 2001, en un supermercado ubicado sobre Panamericana. La intendenta Stella Maris Giroldi está alineada con la Casa Rosada y se trata de uno de los municipios con menor cantidad de desocupados del país y con los sueldos más altos. La metodología fue la registrada en otros lugares: versiones de que el súper iba a distribuir comida. La Justicia investiga a un grupo de izquierda como incentivador de la movida, aunque también está en la mira un ex dirigente de Camioneros, Héctor “El Paraguayo” González, que no está detenido. Se lo indica como un líder desplazado de la barra de Villa Dálmine, fue patovica, lo separaron del cargo que tenía en el sindicato, pero hoy está relacionado con una empresa de recolección de residuos –los trabajadores son afiliados a Camioneros– y figura en la causa judicial que tramite el fiscal Camilo Quiroga porque fue visto por testigos. Quien sí fue enviado a la cárcel fue Diego Gastón Cutica, que figura como afiliado a la obra social de Camioneros.

En Tres de Febrero hubo robos a dos supermercados en Pablo Podestá y en Loma Hermosa. La causa judicial va en dos sentidos. Por un lado, se acusa a una supuesta dirigente local de Barrios de Pie, Coty, cuyos dos celulares figuran en el expediente. De ellos salieron, según la versión investigada, mensajes de texto convocando a los supermercados. Por los hechos de Tres de Febrero está detenido, entre otros, Héctor Adrián Sforza. En su Facebook aparece con la camiseta de Camioneros en actos de esa organización gremial.

Rosario fue lo más conmocionante porque se produjeron dos muertes. Hay coincidencia en que el caldo de cultivo fue la gravísima inundación de barrios enteros de la ciudad y los cortes de luz. En la causa judicial –hay 130 detenidos– se menciona a “soldaditos” de los narcos de la zona, muy enquistados en Rosario; barras bravas de Rosario Central y se investigan también dos vehículos, uno del Sindicato de Recolección y Barrido de Calles y el otro de la empresa Impsa que también es de recolección de residuos. En ambos casos, los que iban en los vehículos estarían ligados a Camioneros.

Una de las réplicas más fuertes fue en San Fernando. Es un municipio gobernado por Luis Andreotti, muy cercano a Sergio Massa. Como ya adelantó este diario, circularon una gran cantidad de mensajes de texto convocando al Carrefour sobre el Acceso Tigre de la Panamericana, porque supuestamente iba a entregar bolsas de comida. El hecho más llamativo fue que la convocatoria se realizó para las 11 de la mañana del viernes, lo que muestra la existencia de organización, ya que buena parte de los vecinos a esa hora trabajan o estudian. Según la denuncia ante el fiscal general Julio Novo, dos micros escolares llegaron al distrito para hacer punta en el saqueo. En la denuncia se mencionan en los micros a supuestos integrantes de Barrios de Pie, organización que hoy está en el Frente Amplio Progresista, aunque nada indica en este caso que responderían a directivas nacionales. Además, habrá que ver si la fiscalía confirma el dato. Las patentes de los dos colectivos también están sumadas al expediente. Los que iban en los micros intentaron primero saquear una estación de servicio Esso y luego hicieron punta para entrar al Carrefour. De todas maneras, hubo patas locales de la movida, porque gran parte de los que concurrieron al supermercado lo hicieron por mensajes de texto. Andreotti y Massa pusieron a disposición de la fiscalía 130 horas de grabación de las cámaras. Se supone que de allí saldrán las pistas centrales de la investigación.

Como se ve en las causas judiciales tomadas como ejemplo, lo que parece común a todas es que hubo algún tipo de organización que puso en marcha los hechos. Acudieron de inmediato habitantes de barrios humildes -casi todos jóvenes aunque en su mayoría no menores- que contrastan ofensivamente con la fiebre de consumo que caracteriza a las Navidades.

Según el cálculo recogido en las fiscalías, uno de cada diez detenidos tienen antecedentes. Y según los expedientes, la inmensa mayoría de los hechos no es por robo de comida. Tal vez el dato más llamativo que corrobora esto es que en Cipolletti lo que pretendieron saquear no fue un supermercado sino una casa de deportes.

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