“Es un delirio que un trabajador se preste para algo de esta naturaleza”, afirmó ayer el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano. El camionero habló, además, de saqueos “orquestados si no directamente por el Gobierno, por gente muy allegada” y argumentó en ese sentido que tuvieron lugar en “municipios que no comparten la política” oficial. También aseguró que recibió un llamado de solidaridad del secretario general de la CGT oficial, Antonio Caló, aunque desde esa central lo desmintieron. Además de negar lo dicho por Moyano, reclamaron “tratar con máxima responsabilidad social la difusión de los actos vandálicos para evitar la irresponsable propagación de los mismos”. El duhaldista Gerónimo Venegas, por su parte, consideró que los hechos “los empezaron ellos (el Gobierno), pero luego fueron víctimas de sus propios errores”. Y el dirigente de la CTA opositora Pablo Micheli sostuvo que “nos señalan como que somos los que queremos voltear al Gobierno y nada que ver”. El gastronómico Luis Barrionuevo enmarcó los hechos en “la crisis que estamos viviendo”.