En la gestión PRO analizan desdoblar las elecciones porteñas. La principal razón que esgrimen los macristas es que la Ciudad no adhirió al voto joven y, por lo tanto, los comicios de legisladores deben hacerse con un padrón diferente que los de diputados y senadores nacionales. Hay, no obstante, otro motivo: el macrismo calcula que puede hacer una mucho mejor elección si los comicios porteños van por separado de los nacionales, dado que otros espacios –como el FAP o Proyecto Sur– no tienen un segundo candidato de peso para presentar en una elección desdoblada. “Sólo los K pueden llegar a tener algo”, dicen. Mauricio Macri sueña con una mayoría propia en la Legislatura. Si no cambia de idea, las elecciones serían en mayo o junio. Y las tendría que convocar a más tardar en marzo.

El PRO tiene actualmente 26 legisladores. Para aprobar el presupuesto, las ventas de terrenos porteños, el traspaso del subte y otros temas espinosos requirió de largas negociaciones con los opositores y trasnoches legislativas. Si bien viene ganando todas las elecciones a legisladores locales desde 2003, no tiene actualmente quórum ni mayoría propia. El número al que buscan llegar es 31. En las elecciones de este año ponen en juego 11 de sus 26 bancas, por lo que no será una tarea fácil.

Calculadora en mano, los estrategas macristas estiman que ya sea Gabriela Michetti u Horacio Rodríguez Larreta quien encabece las listas de octubre, no superarán un 35 por ciento. Esto se debe a que hay una oferta hipersaturada para esa elección. Entre los postulantes se incluyen: Elisa Carrió, Alfonso Prat Gay, Graciela Ocaña, Pino Solanas, Rodolfo Terragno y el candidato que elija el kirchnerismo. Y la lista sigue.

En cambio, en el PRO advirtieron ya que muchos de estos espacios no tienen un dirigente de igual peso para las elecciones porteñas si es que son separadas. Si bien no hay nada definido, la idea de separar las elecciones surgió del ministerio de conduce Emilio Monzó y viene sumando adherentes dentro de Bolívar 1. Mientras recorría Pinamar, Macri llegó a comentar que “sigue en estudio la posibilidad de desdoblar las elecciones legislativas de la Ciudad”. Diversas fuentes indican que el procesado jefe de Gobierno se inclina por desdoblar, aunque la definición todavía no está sobre la mesa. Algunos macristas consideran que no sería tan buena idea hacer una elección separada donde sus adversarios puedan concentrarse en las falencias de la gestión. Estiman que es mejor concentrar el voto antiK.

Los formales

A las especulaciones electorales se suma un argumento formal: la Ciudad no adhirió a la ley de voto joven, que permite que vayan a votar los habitantes de 16 a 18 años. Los 13 diputados macristas votaron en contra y es improbable que la Legislatura porteña adhiera a esa norma nacional o vote una propia. Dadas las circunstancias, hay dos posibilidades: hacer las elecciones juntas, pero con padrones separados (los menores de 18 no podrían votar legisladores porteños) o bien dividir las elecciones. En Bolívar 1, advierten que hay fallos judiciales en contra de las elecciones concurrentes con padrones distintos.

“De un lado de la balanza está el voto joven, del otro, que requiere gastos y jode a la gente ir dos veces”, indican en el gobierno porteño. Las elecciones a jefe de Gobierno de 2011 –que fueron separadas de las nacionales– costaron cerca de 100 millones de pesos. Si finalmente se desdoblan y el PRO arrasa, Monzó imagina que la victoria apuntalaría a Macri como referente de la oposición. Desde la misión de gobernar la Ciudad, otros apoyan esa idea: “Es tentadora la idea de la mayoría propia”. Formalmente, Macri tiene libertad para convocar las elecciones. Si lo hace en marzo, los comicios porteños podrían ser entre mayo y junio, dado que las primarias nacionales son en agosto y las legislativas, en octubre. La decisión se sabrá al final del verano.