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La Asociación Periodistas repudió ayer la golpiza policial al reportero gráfico Alejandro Goldín. “Exigimos un mayor control sobre las fuerzas de seguridad, cuyo accionar represivo parece haberse convertido en una lamentable constante”, señaló Periodistas.
El 9 de junio pasado, un grupo de efectivos de la Policía Federal golpeó al fotógrafo de Indymedia Argentina mientras cubría una manifestación frente a la fábrica Brukman, que fue recuperada por sus trabajadores luego de que sus dueños la abandonaran y que después fue desalojada por orden de la Justicia.
En aquella oportunidad, Goldín fue golpeado por el caño de una escopeta lanzagases. Una vez en el piso, varios policías de la Federal lo golpearon y patearon. Intentaron romperle la cámara, a pesar de que en todo momento exhibió la credencial. Goldín resultó herido en una pierna y en la cabeza.
En el comunicado de ayer se informó que el inspector de la Policía Federal Carlos Alberto Roncatti, el responsable del operativo, es el mismo que estuvo a cargo de los operativos del 21 de abril, frente a la fábrica Brukman, y el 29 de marzo, en la Plaza del Congreso. En los dos casos había intentado agredir a los periodistas que cubrían las manifestaciones.
“Estos hechos revelan una sistemática metodología que apunta a impedir la difusión de imágenes durante manifestaciones sociales en desmedro del mensaje que el flamante gobierno nacional intenta dar en materia de derechos humanos”, sostuvo la Asociación Periodistas, que reclamó a los ministerios de Interior y de Seguridad un mayor control sobre la policía.