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Con la espada en la mano, el Gobierno va por más. Luego de haber conseguido respaldo parlamentario a un proyecto que modifica la ley del PAMI y que, entre otras cosas, le otorga al Ejecutivo la facultad de pedir la intervención de la obra social de los jubilados, el ministro de Salud, Ginés González García, señaló ayer que, por instrucciones del presidente Néstor Kirchner, tiene en estudio un proyecto que apunta a reformar las estructuras del PAMI. El ministro admitió que las modificaciones serán impulsadas mediante una iniciativa legislativa.
Tanto Ginés como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, insistieron ayer en que “no hay vocación para intervenir” la obra social. Fernández fue más allá y admitió que “ahora habrá que ver cómo se empieza a trabajar” en el PAMI. También destacó que habrá que “esperar a una primera evaluación de los primeros directores que el Presidente ha designado y después veremos”, en una clara alusión a que el Gobierno metería mano si las cosas no funcionan. Para ello tiene en el primer cajón del escritorio la ley aprobada esta semana por el Parlamento.
En diálogo con Página/12, el vocero presidencial, Miguel Núñez, sostuvo que “todavía no hay una decisión final sobre el tema. Vamos a esperar los plazos legales para ver cuál será la decisión del Presidente”. En buen romance y a pesar de que en el Gobierno todos aseguran que no hay ánimo de intervenir la principal obra social del país, el Gobierno no descarta la probable intervención.
Hablando de la actual estructura del Instituto, el ministro de Salud consideró que “uno de los problemas” de la actual ley “es que le da al directorio la capacidad ejecutiva a los once directores”. “Imaginen once personas con la responsabilidad de ejecución”, señaló en varias entrevistas radiales. Siete de esos directores fueron elegidos en comicios cuestionados por distintas organizaciones de jubilados el 8 de diciembre pasado. En esa elección votó apenas un 10 por ciento del padrón. Lo que el ministro no explicó es si la nueva ley determinará que haya nuevo directorio o seguirán con los mismos representantes de jubilados.
El ministro puso el acento en dos palabras: “control” y “fiscalización”.
Ginés señaló que la nueva norma pretende “terminar con las capas geológicas y burocráticas” que se van acumulando en la obra social de los jubilados. Al hablar del modelo al que apunta el Gobierno se mostró partidario de “una estructura más musculosa, más pequeña, local y racional con la participación de los jubilados en el control de los resultados y de su conducción”.
Ginés volvió sobre uno de los argumentos que más enarboló para reclamar la facultad de intervenir el PAMI. “Hay que volver a normalizar los servicios y a enmarcarlos en la política sanitaria nacional.” El ministro no lo explicitó, pero en este punto estaba haciendo referencia a la implementación de los medicamentos genéricos en el PAMI. Tema por el que varios legisladores le pidieron explicaciones al ministro en el reciente debate parlamentario.