“Cuando se es legislador se acompaña un proyecto. Ser un legislador no es solamente integrar un rejunte de gente para ganar una elección. Porque las elecciones son un día, pero para gobernar hay que gestionar los 365 días del año.” Con esa frase dirigida a la oposición, Cristina Fernández de Kirchner se involucró de lleno en la contienda electoral, sólo tres días después del cierre de listas. Tal como se anticipaba, desde la Casa Rosada le aseguraron a este diario que la mandataria asumirá el protagonismo central de la campaña, tal como quedó claro ayer, durante el discurso que dio en la ciudad de Paraná, que celebraba dos siglos desde su fundación.

Se trató de la primera aparición de la mandataria luego de que se anunciaran las listas de candidatos para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de agosto, de cara a las elecciones legislativas de octubre. Se tratará de una campaña particular: la primera desde 2003 en la que no habrá ningún Kirchner encabezando las boletas del Frente para la Victoria. De todas formas, ayer la jefa de Estado dejó en claro que va a encarar la campaña como si fuera una gran contienda nacional, a pesar de que la Corte Suprema de Justicia dejó sin efecto la elección nacional de representantes para el Consejo de la Magistratura.

Desde Entre Ríos, la Presidenta envió dardos teledirigidos hacia Tigre y realizó definiciones concretas de cara a los comicios, además de destacar en un pasaje de su discurso a Daniel Filmus, candidato del Frente para la Victoria al Senado por la Ciudad de Buenos Aires. El de ayer fue, así, de alguna forma, el prólogo del acto que se llevará a cabo este sábado en la quinta de Olivos, donde se presentarán en público los principales candidatos del kirchnerismo en los distritos más importantes del país. Así, las especulaciones respecto del rol de CFK en esta campaña quedan atrás: en la Casa Rosada plantean las elecciones de octubre como “de importancia capital” y “en ese sentido va a actuar ella desde ahora hasta octubre”, según confiaron funcionarios de primera línea a Página/12.

“Queda claro que Cristina sigue siendo la figura central de la política argentina y en las elecciones toda discusión va a girar en torno de ella, más allá de que algunos candidatos intenten dar esta etapa por superada y se planten como si el kirchnerismo hubiese terminado”, sostienen en el Gobierno, pensando en Massa, sin mencionarlo. La misma Presidenta había dirigido dardos hacia espacios como el que lanzó este fin de semana el intendente de Tigre, al hablar en su discurso de “un rejunte de gente para ganar la elección” sin pensar en gobernar. “Ella nunca le sacó el cuerpo al compromiso, ¿cómo no va a ponerse al frente de una campaña que es la suya?”, reflexionan en la Rosada.

Responsabilidades, no bartola

“Necesitamos hombres y mujeres en nuestras cámaras que comprendan las necesidades de un mundo más complejo y hostil”, manifestó CFK ayer al caer la noche en la capital entrerriana, donde participó de los festejos junto a la intendenta Blanca Osuna, una antigua compañera de bancada en el Senado a quien elogió por su labor, y al gobernador Sergio Urribarri, de quien destacó “su lealtad en los momentos más difíciles”. La Presidenta dejó en claro que ése fue también el principal criterio a la hora de armar las listas. “Es necesario ejercer las responsabilidades institucionales, no a la bartola, no siguiendo la partitura de las corporaciones mediáticas sino con la batuta del pueblo, que nunca se equivoca”, señaló.

CFK había arribado a Paraná con algo de demora, pasadas las seis y media de la tarde, y fue recibida por Urribarri y Osuna, quienes hablaron antes que la mandataria. También se interpretó una versión “murguera” del Himno Nacional. Mientras gran parte del gabinete permaneció en Buenos Aires ejerciendo sus funciones, la mandataria viajó acompañada por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el secretario de Obras Públicas, José López; el ministro de Turismo, Enrique Meyer; la titular de la cartera de Industria, Débora Giorgi, y el presidente de YPF, el también entrerriano Miguel Galuccio.

La mandataria también realizó un nuevo llamado a la unidad, que “no significa estar de acuerdo en todo y con todos” sino “estar de acuerdo en las cosas fundamentales, como la inclusión social y la soberanía en la decisión de los gobernantes”. En ese sentido se preguntó “cómo se puede no estar de acuerdo” con algunas medidas propuestas por el Gobierno, como “una ley que permite la pluralidad de voces” u otra pensada para “que la gente vote a sus representantes” en el Consejo de la Magistratura.

“Siento que tenemos por delante un porvenir venturoso si somos capaces de superar nuestros prejuicios. Le pregunto a cada argentino, milite donde milite, de qué le sirve si no lo hace en un país con inclusión social, donde los 40 millones de argentinos tengan los mismos derechos y oportunidades”, agregó la Presidenta, quien advirtió que “siempre hay intereses que van a intentar desunir” a los argentinos. “Peleados y desunidos no llegamos a ninguna parte –respondió–. Un mundo difícil exige que luchemos muy fuerte, muy unidos.”

También pidió “empoderar al pueblo, a las sociedades, de cada una de las conquistas y los logros para que no dependan de un liderazgo, que al estar encarnados en un hombre o una mujer de carne y hueso que tiene una finitud...”, señaló, porque “cuando un pueblo aprendió que tiene derechos” es más difícil hacerlo retroceder. CFK recordó en ese sentido los logros del peronismo respecto de los derechos laborales y sociales y los del radicalismo respecto de la importancia de la democracia.

Por último, se refirió a los dirigentes opositores y les pidió que dejen de actuar pensando en los intereses de algunos sectores y haciendo cálculos mezquinos, porque “la mejor memoria es la que está en el corazón del pueblo”. Al respecto, recordó que “nombres de avenida tienen todos, desde los buenos hasta los malos”, pero que “lo importante es que cuando alguien te nombre se le escape una lágrima de agradecimiento porque algo hiciste”, dijo la Presidenta.

“Nosotros estamos hechos de otra pasta –se diferenció–, estamos hechos para encarar los problemas, para zambullirnos en ellos y resolverlos. Eso es la política, cuando lográs llegar al corazón de la gente. Gobernar para el pueblo, gobernar para los intereses de la Nación, no es una gracia que tiene el gobernante, es una obligación que nos impone la Constitución y nuestras propias convicciones.”