“Con Sergio vamos a volver a estar bien, como cuando Carlitos era presidente”, aseguró Pedro, un trabajador de la municipalidad de Tigre, mientras agitaba un banderín negro con las siglas del diputado electo Sergio Massa en amarillo y vociferaba el nombre del suegro de Massa, Fernando Galmarini, ex secretario de Deportes de la gestión de Carlos Menem en los ’90. El resultado de las elecciones ya era conocido, aunque faltaban los datos oficiales, pero en el Complejo Pipa de Tigre los seguidores massistas ya empezaban a festejar por adelantado. “Vamos a cruzar la frontera para recorrer la Argentina”, destacó Massa en su discurso, en el que anticipó sus planes inmediatos y desató una catarata de aplausos.

“Vamos al Congreso a trabajar para llevar propuestas serias, como la de discutir en una mesa que el tema de la droga sea una política de Estado, por la mejora en el ingreso de los jubilados y por la inclusión social”, sostuvo Massa en un discurso que no modificó su tónica: la idea de ser diputado pero proponer “políticas de Estado”. “Se siente, se siente, Massa presidente”, cantaba desde el fondo un grupito que ingresó con banderas a pesar de que los organizadores habían pedido que las pancartas quedaran fuera del salón. Ya se sabía el resultado y afuera comenzaban a escucharse los bombos y tambores del centro murga Especiales de Rincón, que acompañaban a las trompetas. El azul y rojo de los colores de la camiseta de Tigre sobresalían junto al baile que dos señoras emprendían para hacerle frente al frío.

“Agradezco a los millones de bonaerenses que depositaron su confianza, su esperanza, sus sueños en nosotros. A los que sintieron que en solo ciento veinte días había nacido en nuestra provincia y –por qué no decirlo– para nuestro país, un camino de esperanza y de futuro”, destacó Massa, que se cuidó en todo momento de hacer la señal peronista de los dedos en “V”. El diputado electo mostró ya sin esconderla su estrategia para llegar al 2015 como presidenciable. “Con su voto nos obligan a cruzar la frontera y empezar a recorrer la Argentina”, insistió, luego de agradecer a dirigentes como Roberto Lavagna y Carlos Reutemann, levantando al público que insistía en corear su nombre luego de algún canto con insultos hacia la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El lugar elegido por Massa como bunker fue el mismo que en el cierre de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, el complejo Pipa, a metros del viejo Mercado de Frutos. Un galpón cerrado y acondicionado especialmente para la ocasión mientras se esperaban los primeros resultados del escrutinio oficial, a pesar de que ya manejaban sus propios números, que ponían el Frente Renovador por más de diez puntos sobre el Frente para la Victoria. “Estamos el doble de contentos”, no se cansaban de repetir los dirigentes y operadores que deambulaban dando las puntadas finales al acto. En el salón abundaban los LED en los que solamente se podía ver un canal de noticias de cable: TN. Mientras en las pantallas gigantes a ambos lados del escenario se proyectaba un video de Massa, por los parlantes se podía escuchar el “uno, dos, ultraviolento” del grupo punk de los ochenta Los Violadores.

Cuando ya se acercaba la hora del acto de cierre y festejo, apareció la diputada Graciela Camaño que con los dedos en “V” comenzaba a arengar a la gente que la vivaba desde el público, hasta que emergió un cantito del que Camaño pareció enorgullecerse: “Y pegue, y pegue, y pegue Graciela pegue”, aludiendo a aquel sopapo que le pegó arteramente al diputado Carlos Kunkel en una discusión legislativa. Después, los actores Fabián Gianola y Osvaldo Laport se sentaron cerca del escenario, donde luego uno por uno

fueron apareciendo y ubicándose los candidatos a diputados Darío Giustozzi, intendente de Almirante Brown, la periodista Mirta Tundis, el dirigente gremial Hector Daer y el diputado Felipe Solá, y más atrás algunos de los intendentes que conformaron el Frente Renovador con Massa: de Vicente López Jorge Macri, de San Martín Gabriel Katopodis, y de Mercedes Carlos Selva, entre otros.

Mientras se acercaba la gente para empezar el festejo, los integrantes de la lista del Frente Renovador pasaban de a uno por una zona mixta en donde hablaban con la prensa. “La gestión bonaerense es muy mala y lo expresaron con su voto”, señaló Solá. Daer también se mostraba alegre, ante todo por la ratificación de la Justicia como candidato después de haberlo impugnado por una inconsistencia en la documentación que acreditaba su domicilio en la provincia.

Massa habló de “compromiso y responsabilidad con los millones que nos votaron”, y llamó “a toda la dirigencia política” a que “escuchen el mensaje contundente” de la urnas. El intendente de Tigre apuntó su compromiso para que “la política de seguridad y contra la droga sea política de Estado y no simplemente banderitas que flamean durante la campaña”, arengó en lo que fue el tramo más duro de su discurso. Hay que hacer “un esfuerzo en nuestra provincia para que dejemos de gastar en publicidad y pongamos todo en seguridad, que es lo que necesita la gente”, disparó directamente contra la gobernación bonaerense, luego de anticipar que iría detrás de una reforma en el código para que “los chorros no entren por una puerta y salgan por la otra”.

Abrazos, papelitos y la canción de Axel que dice “celebra la vida”, y el salón casi vacío cuando el locutor se dio cuenta y avisó que aún restaba tocar una banda de música en el festejo. Afuera, mientras algunos dudaban si entrar o irse a su casa, en el piso quedaba un colchón con las miles de boletas del Frente Renovador que habían sobrado y que se usaron para tirar al aire en el festejo.