El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, admitió que el derribo de aviones como parte de la lucha contra el narcotráfico “es un debate que hay que dar”, aunque aclaró que “no se trata de andar derribando aviones, sino que se desplieguen distintas acciones que lleven a que los que tengan miedo sean los narcos, que sepan que no pueden penetrar en el territorio”. Las declaraciones de Scioli se dan en medio de un debate entre distintos sectores opositores que –en sintonía con la política promovida por los Estados Unidos de incorporar a las fuerzas armadas en temas de seguridad interior– promueven proyectos de ley que autoricen el derribo de aviones y funcionarios del gobierno nacional que afirman que la iniciativa va en contra de nuestra legislación porque sería “la aplicación de la pena de muerte sin juicio previo ni derecho a defensa”.

En el entorno de Scioli les bajaron el tono a las palabras del gobernador. Afirman que las declaraciones fueron “ante una consulta periodística” y que Scioli admitió que “hay que dar el debate” sobre el tema del derribo de aviones, pero que “de ninguna manera se trató de una propuesta de impulsar el debate, sino en el marco de desplegar distintas acciones en la lucha contra el narcotráfico”. “Tampoco es algo que vaya en contra o esté en contraposición con las opiniones que expresaron distintos funcionarios del gobierno nacional, como quisieron presentarlo”, insistieron voceros del gobernador ante Página/12.

“Quiero llevarle confianza a la sociedad: este es un tema que está en la agenda nacional y provincial. Estamos uniendo esfuerzos para que las organizaciones del narcotráfico no hagan pie en nuestro país”, sostuvo el gobernador durante la entrevista en Radio La Red. “Tenemos que extremar los recaudos. Estamos ante organizaciones que se las ingenian para el mal de manera muy sofisticada. Tengo confianza en que vamos a ir avanzando, esto nos tiene que unir a todos los sectores de la sociedad”, agregó.

Para Scioli, el tráfico de estupefacientes “es un problema continental, no es un problema de la provincia. Los narcos van rotando. Colombia, miren el desastre que hicieron en México. En Bolivia, Perú. Se las ingenian. Estamos trabajando para que no hagan pie” en el país. Scioli también se refirió al plano interno cuando afirmó que en su distrito “vamos por los peces gordos. Muchos se corrieron y se reorganizaron en el Gran Rosario. Esto es información, son líneas de investigación que ha seguido nuestra policía. Van buscando de un lugar al otro. Hay que ir acorralándolos”.

La polémica sobre el derribo de aviones que pudieran estar involucrados en el narcotráfico sumó otros protagonistas. El senador del Frente para la Victoria Aníbal Fernández criticó a los políticos opositores que impulsan una ley de derribo, al sostener que esa medida “no soluciona nada” y que es “un verso que le venden al hombre común que no conoce el tema”. Fernández insistió en que la acción de derribar un avión implica “la pena de muerte” del piloto “sin juicio previo” y subrayó que no acuerda con esa postura.

El senador kirchnerista remarcó que “hay una inversión superlativa” en la radarización de las fronteras y dijo que lo conveniente es “hacer inteligencia” para “decomisar el avión” y así poder interrogar a los tripulantes. Al tiempo que recordó que Brasil tiene desde hace años una ley de esas características y que, aun así, “no derribaron ningún avión”.

Del otro lado de la vereda, Sergio Massa defendió los proyectos que impulsan el derribo. “Todo avión que detectás lo derribás; hay un procedimiento que prevé la ley: le damos cinco minutos para que baje, tres minutos, dos minutos; la ley de derribo establece un procedimiento para identificar y hacer bajar aviones que de otra manera ignoran los controles”, sostuvo el diputado electo y líder del bonaerense Frente Renovador. Massa agregó que equiparar –como hace el oficialismo– el derribo de aviones con la aplicación de la pena de muerte es “fantasear” o “tirarle fruta a la gente”.