El arzobispo porteño, Mario Poli, hizo propia la preocupación que manifestó la Iglesia Católica y convocó a los argentinos a participar el próximo 7 de diciembre de un día de ayuno y oración contra el narcotráfico “que nos roba la libertad y la esperanza”. “El narcotráfico todo lo destruye, por eso quisimos dar la cara y decir que ante este drama no hay que mirar para otro costado”, dijo Poli en nombre de los obispos que redactaron el documento y recordó a “tantos jóvenes que están presos, tomados por las adicciones. Cada vez más vemos que el narcotráfico es un monstruo grande que pisa fuerte al que nadie para, pero sabemos que se puede”.