La UIF toma una declaración de Miguel Angel Lauletta para explicar los procedimientos en el robo de casas. “En algunos casos se llevaba a los detenidos-de-saparecidos a una escribanía. En algunos casos, las casas eran vendidas efectivamente, y los marinos se quedaban con la suma percibida en el acto. En otros casos, los marinos se quedaban con los bienes bajo un nombre falso. A este fin funcionaba por ejemplo una imprenta en el sótano de la ESMA en la que se confeccionaban todo tipo de documento e identidades falsas. “Se iba a las escribanías y los poderes se daban a nombre de Oscar Paz, Juan Héctor Ríos, Felipe Pages, que era Spinelli. Las casas en general eran apropiadas de personas que habían matado. Hubo pocos casos como el de Jorgelina Ramus y Actis Goretta, en que se apropiaron de bienes y dejaron a las personas con vida”, citan de Lauletta.