EL PAíS
La oposición bonaerense recusó el recorte educativo de Felipe Solá
El gobernador anunció, en la apertura de las sesiones, una fuerte reducción del déficit sin despidos de empleados públicos. Lanzó algunas críticas a Ruckauf. Sólo quedaron para escucharlo los peronistas.
“El proyecto de Presupuesto 2002 que ingresará la semana próxima contempla la meta ambiciosa de reducir el déficit provincial en un 60 por ciento”, declaró a ayer el gobernador bonaerense, Felipe Solá, durante la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura. Pero no todos los diputados escucharon los 50 minutos de discurso oficial: los legisladores del ARI, Izquierda Unida, Polo Social, Frepaso y Frente para el Cambio abandonaron el recinto en rechazo al recorte del presupuestario educativo.
Mientras que un fuerte operativo de seguridad custodiaba el edificio de la Legislatura bonaerense, Solá advirtió que el presupuesto para este año tendrá recortes, aunque aseguró que no habrá despidos y la reducción salarial estará “focalizada” en los sueldos más altos. “En las actuales condiciones del mercado de trabajo, debemos convenir en que es indispensable que el Estado no proponga medidas que disminuyan el nivel de empleo público. Por ello excluimos de nuestros pensamientos el despido de personal por causas presupuestarias”, declaró el gobernador, y remarcó que “tampoco es posible pensar anticipadamente en rebajas generalizadas de los salarios de los agentes públicos”. En cambio, Solá aseguró que buscará “la eliminación de las remuneraciones de trabajo inexistente, un estricto control de ausentismo, la adecuación de licencias especiales y una reducción de los niveles superiores de la escala salarial”.
Pero las palabras del gobernador fueron escuchadas solamente por los legisladores del PJ, la UCR, la UCeDé y el Partido de Unidad Federal que lidera Luis Patti. Mientras leía las primeras líneas de su discurso, una docena de diputados –del ARI, Izquierda Unida, Frepaso, Polo Social y el Frente para el Cambio– se retiraron de la sala en repudio a los recortes del presupuesto educativo. Algunos legisladores, mientras se marchaban, mostraban carteles que decían “todos somos docentes” y “el PJ ajusta a la educación y al país”.
El conflicto educativo se agravó el jueves, cuando la Cámara de Diputados bonaerense aprobó el proyecto oficial que estableció un ajuste de 600 millones en el sector, mientras que afuera del recinto los gremios docentes que se manifestaban en contra de la medida eran reprimidos por la policía. “Esto va a ser focalizado, vamos a ir sector por sector, así como les tocó a los docentes, después el recorte se centrará especialmente en los funcionarios políticos que ganan más”, dijo ayer a Página/12 un funcionario de la gestión.
Solá también habló de responsabilidades. En su discurso, convocó a defender los ingresos de la provincia, que –según el gobernador– disminuyeron “por la falta de conciencia tributaria, por un lado, y por la desidia en la defensa del Estado, por el otro”. Esta referencia a las malas administraciones anteriores pareció aludir nuevamente a su predecesor, Carlos Ruckauf, quien abandonó la provincia en medio de una fenomenal crisis financiera y actualmente es canciller. “Tenemos demasiados problemas para hablar de tiempos pasados”, minimizó un funcionario cercano a Solá, y aseguró que “la relación con Ruckauf es una relación que no existe, él tocó, se fue y no dejó a nadie de su entorno en la administración”.