Lunes, 19 de mayo de 2014 | Hoy
EL PAíS › ENTREVISTA AL DIPUTADO NACIONAL EDGARDO DEPETRI, DEL FRENTE PARA LA VICTORIA
El dirigente del Frente Transversal consideró que tanto Sergio Massa como José Manuel de la Sota “quieren subordinar al PJ a las lógicas de los poderes económicos y las corporaciones”. Sobre Moyano y Barrionuevo dijo que “se alinean con las consignas de la derecha”.
Por Julián Bruschtein
“Cualquiera de los candidatos del Frente para la Victoria (FpV) que quiera representarnos necesita que el Gobierno salga victorioso en la puja que tenemos con los grupos económicos y las corporaciones, y va a tener que afianzar las políticas que han devuelto la dignidad a nuestro pueblo.” Mientras termina de organizar la visita al país del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, el diputado nacional del FpV Edgardo Depetri analizó en diálogo con Página/12 el escenario político de estos días: la marcha del sindicalismo opositor encarnado en Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, la estrategia de la oposición política en el tablero electoral, la posición de la Iglesia y los precandidatos del peronismo pasaron bajo la mirada del dirigente del Frente Transversal.
–Usted es un dirigente que proviene de la acción gremial. ¿Qué vio en la marcha de las CGT opositoras?
–Quedó claro que se alinean con las consignas de la derecha: inflación, inseguridad y pobreza. Se vio un fracaso de la movilización y un deterioro del aparato sindical para representar a los trabajadores porque no se sintieron convocados, porque no hay condiciones objetivas para una movilización cuando se está discutiendo la paritaria y cuando hay prioridades del Gobierno en sostener las políticas de empleo. Es muy fuerte que la Presidenta anuncie el 40 por ciento de aumento de las asignaciones sociales cuando estaban en la Plaza de Mayo. Y cuando todos los dirigentes sindicales, que no son los cuatro dirigentes que aparecen en la tele, son los miles y miles de delegados de todo el país, están viendo una crisis internacional muy profunda y es evidente que la prioridad es sostener el empleo y hacer una campaña muy fuerte en contra del trabajo ilegal. El kirchnerismo ha generado la conciencia de que esto es parte de un proyecto colectivo y de un modelo que pone el eje de acumulación en el trabajo. Quedó en evidencia una derrota cultural de estos dirigentes porque siguen pensando la política y el sindicalismo con las viejas concepciones de aparato, de apriete y de sectarismo. Está muy claro para la sociedad que es una disputa de protagonismos personales hacia el interior de la CGT y que quieren influir como un factor de poder en la interna justicialista.
–La presencia de Juan Carlos Blumberg fue un dato que marcó el escenario...
–Blumberg a su lado, defender a Covelia en el conflicto de Quilmes por el fin de la concesión del contrato de recolección de basura y la sociedad con Barrionuevo, que es lo peor de la dirigencia sindical, marcan el rumbo de hacia dónde van estos dirigentes. Barrionuevo dividió a la CGT en aquel congreso en San Martín para que la clase trabajadora no enfrentara las políticas del neoliberalismo, que se asoció en el desguace del Estado y se asoció en la entrega y el saqueo del patrimonio nacional, que fue quien promovió la privatización del sistema previsional e hizo negocios con el salario de los trabajadores... Ahora hay conciencia y hay memoria del pueblo argentino. Ese es el fracaso de la protesta.
–En este tablero entra la oposición, con sectores que buscan mostrar unión electoral pero que no muestran un programa político serio para gobernar.
–Lo que sucede es que la verdadera oposición son los que se agruparon en la convergencia empresaria. Todos esos sectores económicos van a intentar cambiar el modelo de acumulación y distribución de la riqueza por el Estado que el kirchnerismo promovió durante estos años. Vienen por una megadevaluación de la moneda nacional, en el camino de abrir la economía al capital extranjero con fuerte endeudamiento. Plantean una recuperación de sus niveles de ganancias intentando ir a un escenario de congelamiento o de frenar la recuperación de los salarios, abrir los espacios para la privatización para el negocio financiero en el sistema previsional y alinear a la Argentina en la estrategia norteamericana e instalar de nuevo como eje al mercado como ordenador de la economía, con una preeminencia del capital agrario, industrial o financiero por encima del trabajo y de los intereses nacionales. Esa ofensiva la construyen o la están planteando estos empresarios que se proclaman como la convergencia empresarial. Entonces, la oposición en términos electorales lo que está disputando es el favor de esos grupos económicos, porque el que ordena esa demanda económica, que es política y que también es sindical –donde ahí alinean a Moyano y Barrionuevo–, es (el CEO de Clarín, Héctor) Magnetto y el Grupo Clarín, que amplifica la capacidad que puede tener un candidato opositor para disputarle al FpV. Un FpV que tiene el liderazgo de Cristina, con un gobierno que está dando una disputa en todas las áreas de la economía tratando de defender el empleo como eje central. Entonces, la oposición está haciendo esfuerzos para obtener el apoyo de estos grupos que todavía están evaluando a quién le dan el apoyo para que enfrente al modelo: al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, el diputado del Frente Renovador Sergio Massa o al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota.
–¿Qué opina de la reciente declaración de la Iglesia Católica?
–La jerarquía de la Iglesia juega en la agenda del poder económico y alienta a los candidatos opositores. El papa Francisco (Jorge Bergoglio) se saca fotos con nosotros, pero la Universidad Católica Argentina, que depende de la jerarquía eclesiástica, juega su rol con informes con datos que no son reales, como que hay un 27 por ciento de pobres en la Argentina. Abonando también que el tema es la pobreza, la inflación o la inseguridad, no discuten cuestiones de fondo que estamos impulsando desde hace diez años para resolver el problema principal, que es la desigualdad. Como no reivindicar los seis millones de puestos de trabajo, las paritarias, la estatización del sistema previsional, la Asignación Universal por Hijo, las políticas educativas de más del 6,5 por ciento del PBI destinado a educación, las netbooks, las más de un millón de viviendas habitacionales, las cloacas que han llegado al conurbano, el agua potable, como no reivindicar lo que fue la derrota de la pretensión imperial de los Estados Unidos con la derrota del ALCA y esta nueva realidad de América latina. En este contexto salimos a dar el debate y lo traemos a Diosdado Cabello (el 22 de junio) para que muestre el significado de una Venezuela y un petróleo que sostiene la reactivación de nuestras economías a partir de la integración de nuestros recursos naturales y nuestra perspectiva como región... La iglesia juega en un claro espacio opositor, ya lo hizo en otras oportunidades y no ha cambiado su política.
–¿Las PASO y la normalización del Partido Justicialista van detrás de una interna de baja intensidad que pueda garantizar continuidad del proyecto?
–El sistema electoral es en la democracia parte de una estrategia de poder. Nuestra prioridad es sostener, profundizar y gobernar con Cristina no solamente como la presidenta de la República, sino como síntesis y expresión de un proyecto nacional. En ese sentido, el PJ se reunió en Parque Norte y la fotografía que quedó es que mayoritariamente el partido está alineado con este proyecto nacional que inició Néstor y que profundizó Cristina, y que se ha renovado con fuerte participación de los jóvenes. También es saludable que Massa o De la Sota no estén en el PJ porque son los que quieren subordinar a este partido a las lógicas de los poderes económicos y de las corporaciones. El dispositivo electoral lo va a terminar resolviendo la Presidenta y es importante que movilicemos las diferentes expresiones que formamos parte del FpV para mantener activos, conscientes y movilizados a nuestros compañeros y enfrentar el desafío que tenemos.
–¿Tiene algún candidato preferido de los que se conocen por ahora?
–No, ninguno. Sí creo que está claro que cualquiera del FpV que quiera representarnos necesita que el que gobierna salga victorioso en la puja con los grupos económicos y las corporaciones, sosteniendo el empleo, mejorando el ingreso de nuestro pueblo, avanzando en derechos y afianzando las políticas que le han devuelto la dignidad. Los candidatos hoy expresan voluntades personales o sectoriales, pero todavía no hay una síntesis del FpV.
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