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El Centro de Investigación y Formación (Cifra) de la CTA que conduce Hugo Yasky señaló que el aumento del 40 por ciento en la Asignación Universal por Hijo, anunciado por el gobierno nacional la semana pasada, llevó a la AUH a su poder adquisitivo más alto desde que fue creada. “Es una medida sumamente importante para reducir los índices de indigencia, a la vez que combate los efectos recesivos de la devaluación y de los aumentos de precios recientes”, definió desde el instituto el economista Pablo Manzanelli.

El beneficio, que en junio pasará de 460 a 644 pesos, es percibido por 3.414.759 niños y 82.531 embarazadas. El centro de investigaciones económicas de la CTA había advertido, antes de que fuera anunciado el aumento, que la aceleración de los precios había generado “una caída considerable del poder adquisitivo de la AUH”. Tras el anuncio, el instituto que dirige el economista Eduardo Basualdo actualizó su último informe de coyuntura. El análisis, basado en el índice de precios minorista del “IPC 9 provincias” y proyecciones en mayo y junio en base al IPCN, concluye que el incremento “no sólo fue el más elevado en términos nominales, sino también en términos reales, alcanzando su poder adquisitivo más alto desde que se instituyó la AUH”.

Manzanelli destacó que “en el marco de las presiones cambiarias de los primeros meses del año y el aumento de precios posdevaluación que erosionó el valor real de la AUH, era necesario implementar una recomposición”.

“Este aumento, el más importante desde su implementación, lleva incluso el poder adquisitivo de la AUH a su nivel más elevado, constituyendo una medida sumamente importante para reducir los índices de indigencia, a la vez que combate los efectos recesivos de la devaluación y de los aumentos de precios recientes”, agregó el investigador del equipo de Cifra.

Manzanelli también se refirió a los estudios elaborados por consultoras que en las últimas semanas presentaron informes sobre la situación de la pobreza en el país con números considerablemente más elevados que los expuestos por Cifra.

Al respecto, sostuvo que el descenso de la pobreza a partir de 2003 “es indudable, sistemático y muy significativo”, producto de “la generación de empleo y de políticas redistributivas, entre las que se destaca la Asignación Universal por Hijo”.

Uno de los estudios a los que se refirió fue el elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Pontificia Universidad Católica Argentina, al cual describió como “una muestra menos representativa que la Encuesta Permanente de Hogares para medir ingresos y con un índice de precios poco sólido para valorizar la canasta”.

Además, señaló que el trabajo plantea “escenarios sociales típicos de la segunda mitad de la década del ’90, que no se corresponden con la realidad de los últimos años”.

Para el investigador, tanto este documento de la UCA como los presentados recientemente por el Foro de Convergencia Empresarial incorporan el tema de la pobreza a la agenda pública “con intencionalidad política, en momentos en los que hay un escenario económico, nacional e internacional por demás complejo”.

El economista consideró que estos estudios reflejan “la búsqueda de los sectores ortodoxos de que sea el gobierno nacional el que lleve adelante un ajuste contra su propia base social, que son los trabajadores”. En este sentido, afirmó que la actualización de la AUH “es un signo de que el gobierno nacional no va por ese camino del ajuste fiscal”. Por el contrario, “es una reafirmación de una política económica de sesgo expansivo en materia de ingresos”.