Las últimas novedades en el conflicto entre los fondos buitre y la Argentina por el cobro de bonos de deuda defaulteados concitó un masivo y contundente apoyo regional a la posición que defiende el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: durante las últimas horas los gobiernos de Uruguay, Brasil, Venezuela, además de organismos regionales como el Aladi y la Celac, repudiaron la decisión del Poder Judicial de los Estados Unidos de fallar en favor de los fondos de inversión poniendo en riesgo la reestructuración de la deuda.

El presidente uruguayo, José Mujica, recibió ayer al ministro de Defensa argentino, Agustín Ro-ssi, y le reiteró su “firme apoyo y solidaridad” en esta causa, que ya había manifestado públicamente un día antes. Del encuentro también participó el ministro de Defensa de ese país, Eleuterio Fernández Huidobro, quien expresó su “solidaridad con la Argentina” ante lo que llamó un “golpe del crimen organizado” y “del sistema financiero” globalizado. “Nos puede pasar a cualquiera de nosotros”, sostuvo el funcionario.

Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, emitió también un comunicado en el que rechaza de forma categórica “el fallo judicial externo, favorable a un reducido grupo especulativo que se niega a la reestructuración de la deuda soberana de la República Argentina”. En el texto, Maduro denuncia “una tendencia de obstaculizar y limitar la capacidad de los Estados Soberanos en la consolidación y búsqueda de acuerdos con sus acreedores”, poniendo en riesgo “la estabilidad y soberanía financiera de los países”.

Además, Maduro “exige el respeto a la soberanía e independencia financiera de los gobiernos y pueblos de la región” que son “víctimas de estos mecanismos a nivel mundial”, y reconoce “la vocación de Argentina de continuar honrando sus compromisos financieros” alcanzados “con más del 92% de sus acreedores”. Finalmente, el mandatario venezolano reitera su “más firme apoyo” a CFK, “a su gobierno y al gran pueblo argentino”.

En términos similares se expresó ayer el embajador brasileño ante las Naciones Unidas, Antonio Patriota, en el marco de un plenario de esa organización. “Es necesario mirar con cuidado las implicaciones de lo que está sucediendo con la deuda argentina, porque podrían repercutir en la comunidad financiera global –sostuvo el ex canciller–. Este caso ilustra que un comportamiento irresponsable, especulativo y moralmente cuestionable, con impactos destructivos y sistémicos para la arquitectura financiera internacional, puede ser perfectamente legal.”

Pero no sólo los gobiernos de la región se manifestaron públicamente en favor de la posición argentina en este caso. Ayer, la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) rechazó por unanimidad la actitud de los fondos buitre y expresó su respaldo al Gobierno. En la sesión participó por primera vez el nuevo representante argentino ante ese organismo, el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, que destacó la importancia de “consolidar una posición común desde América latina” por este tema.

Por último, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, advirtió que el fallo de los tribunales neoyorquinos “atenta” contra la estabilidad del sistema financiero global. Para la chilena, el litigio entre Argentina y los holdouts es “un caso testigo para la comunidad internacional”, que “pone de manifiesto un vacío legal que debería dar lugar a una reforma en la normativa internacional que permita proteger el bien común del afán de ganancias extraordinarias de las minorías”.