Los diversos sectores de la oposición siguieron haciendo leña del vicepresidente procesado. Tras la decisión del juez Ariel Lijo de dictar el procesamiento de Amado Boudou por presunto cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública, desde el Frente Amplio Unen reclamaron que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le pida la renuncia. “¡¡¡Echeló!!!”, reclamó desde su cuenta de Twitter un nada moderado Hermes Binner. Para Sergio Massa, ésa no es la estrategia correcta: “Hay que avanzar sobre el juicio político”, propuso el ex jefe de Gabinete. Desde el PRO coinciden con esa estrategia y sostienen que este procesamiento es muy diferente del que tiene firme el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.

Massa reclamó que la Presidenta, “por supuesto”, se pronuncie sobre la situación judicial de su vicepresidente, pero consideró que “pedir la renuncia sin más de Boudou es un error. Es lavarse las manos ante la gente”. “Sin tratar de ponerse una cucarda más o menos, tenemos que demostrarle a la sociedad que somos capaces de avanzar en conjunto con un juicio político”, planteó el referente del Frente Renovador. “El juez determinó que tenía una semiplena prueba. Me tomé el trabajo de leer y tiene sus méritos y razones fundadas, y por eso nos parece muy importante avanzar con la tarea primordial del Congreso, que es de control”, sostuvo Massa, quien consideró que hay que “coordinar con las fuerzas de la oposición”. “Los Campagnoli, los Lijo o los que trabajen en la lucha contra la corrupción deben sentir que en el Parlamento los defendemos”, remarcó el diputado.

Desde FA-Unen, el socialista Hermes Binner le exigió a CFK que “se anime” y lo eche al vicepresidente. “Si no se toman medidas claras y ejemplificadoras, la desconfianza se acrecienta”, advirtió Binner. “Boudou debe apartarse del cargo para no seguir dañando al Gobierno y socavando la credibilidad en las instituciones”, sostuvo el ex gobernador de Santa Fe. Por su parte, la líder de GEN, Margarita Stolbizer, consideró que la Presidenta “debería estar intimándolo a que vuelva a la Argentina”. La diputada advirtió que la oposición no tiene mayorías para conseguir la remoción por juicio político, por lo que puso el peso de la decisión sobre Cristina Fernández.

El radical Gerardo Morales, en tanto, consideró que “están dadas las condiciones para que se inicie el trámite del pedido de juicio político”. El diputado de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, por su parte, estimó que “un gobierno decente le habría pedido la renuncia al vicepresidente; Cristina Fernández de Kirchner prefirió encubrirlo”.

“El vicepresidente tiene que renunciar, inclusive para no manchar a la Presidenta. Y después, por supuesto, tenemos que avanzar en el juicio político”, consideró el diputado Facundo Moyano. En rigor, si el funcionario renuncia, el juicio político se vuelve abstracto.

El ex presidente Fernando de la Rúa volvió del ostracismo para opinar también sobre el tema. “La Presidenta tendría que dar un mensaje: decir si confía, si ratifica o si ya no cree, pero no es admisible el silencio”, consideró De la Rúa. “Esto de lo que se viene hablando hace tanto tiempo, tan largo, tan estirado y tan desgastante para las instituciones y para el Gobierno, debe tener una solución, pero no sé cuál.”

El dirigente de Unidad Popular, Claudio Lozano, remarcó que “el Gobierno tiene la obligación de garantizar la transición institucional, separando del cargo a Amado Boudou hasta que concluya la causa judicial”. “El país no puede ser representado en el exterior ni presidido internamente por alguien sobre el cual existe semiplena prueba del delito de cohecho y de negociaciones incompatibles con la función pública. Si el Gobierno no toma esta decisión, está obligando al Parlamento nacional a impulsar el juicio político”, remarcó Lozano. Para Jorge Altamira, dirigente del PO, “Boudou se tiene que ir ya”, porque “no puede permitirse que se sirva de su cargo y de los recursos del Estado para protegerse a sí mismo”. El legislador del MST, Alejandro Bodart, coincidió, y agregó que “la Presidenta también debería ser investigada”.

Desde el PRO, distintas voces recordaron que fueron los primeros en plantear el juicio político a Boudou, y algunos de sus dirigentes intentaron sortear el problema de tener a su principal líder procesado por presunta asociación ilícita para realizar escuchas ilegales: la senadora Gabriela Michetti afirmó que hay diferencias entre los procesamientos a Boudou y a Macri porque “la causa de las escuchas no tiene sustento y la de Boudou está llena de pruebas que sostienen su acusación”. Y se preguntó: “¿Podemos ser serios?”.