EL PAíS › COMENZO EL NOVENO JUICIO POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD EN TUCUMAN

Con intención de retrasar el debate

El represor Jorge D’Amico, acusado por la desaparición del conscripto Germán Cantos, declaró ayer y buscó impugnar la investigación. Es el único acusado en este proceso oral.

Con quejas del represor Jorge D’Amico, único acusado, y el rechazo del Tribunal Oral Federal de Tucumán a los planteos de su defensa comenzó ayer el juicio por el secuestro, torturas y asesinato del ex soldado santiagueño Germán Cantos. El viernes próximo continuará el debate. D’Amico, quien durante la última dictadura se desempeñó como oficial del Ejército en el área de Inteligencia del Batallón 141 de Santiago del Estero y ya cuenta con dos condenas por delitos de lesa humanidad, fue el encargado de inaugurar la primera audiencia del noveno debate oral por violaciones a los derechos humanos que tiene lugar en Tucumán. No se refirió a los delitos que se le imputan –privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados, asociación ilícita y homicidio calificado triplemente agravado– ni a la víctima, pero durante su exposición explicó por qué considera que el proceso de instrucción de la causa fue irregular: se quejó de que, una vez procesado, no fue llamado a indagatoria ni notificado por el juez de la causa, pero sí por su abogado defensor. En esa línea seguirá el viernes de la semana próxima, antes de escuchar las preguntas de las partes.

Su defensa, en tanto, continuó la misma estrategia: remarcó irregularidades en la instrucción, que comenzó en los tribunales de Santiago del Estero, provincia donde Cantos había sido secuestrado, y culminó en manos del juez tucumano Daniel Bejas, en donde se vio por última vez al ex conscripto. Por tal motivo, solicitó la nulidad de los requerimientos de elevación a juicio de la fiscalía y la querella, recusó al presidente del tribunal, Juan Carlos Reynaga, y exigió que el tribunal declare su incompetencia territorial. Todo fue rechazado de manera unánime por Reynaga, Mario Marcelo Juárez Almaráz y Hugo Norberto Cataldi.

Sobre las pretendidas irregularidades en la acusación, el fiscal Camuña sostuvo que “los planteos que hizo la defensa son reiterativos y no corresponden” y que “en realidad, lo que buscan es dilatar el comienzo del debate para evitar que declaren los testigos”.

Cantos tenía 21 años y prestaba servicio como conscripto en el Batallón 141 de Santiago del Estero, cuando fue secuestrado y desaparecido en septiembre de 1976. Según el relato de testigos, Cantos fue secuestrado por el acusado y trasladado al centro de detención y exterminio Arsenal Miguel de Azcuénaga, en Tucumán, donde fue asesinado.

El único imputado en la causa es D’Amico, quien tras la llegada de la democracia fue carapintada y en el menemismo ocupó el puesto de secretario de Seguridad durante en el gobierno de Carlos Juárez en Santiago del Estero. Actualmente purga dos condenas por delitos de lesa humanidad, a veinte y a cuatro años, respectivamente.

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Jorge D’Amico se desempeñó en el área de Inteligencia del Batallón 141 de Santiago del Estero.
Imagen: Télam
 
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