“Los argentinos estamos siendo agredidos por capitales especulativos de forma absolutamente inmerecida”, afirmó ayer Cristina Fernández de Kirchner, y remarcó que desde 2005 ha “cumplido con todos y cada uno de los pagos a tenedores privados y a organismos multilaterales”. La Presidenta volvió a plantarse ante los fondos buitre durante una videoconferencia que mantuvo con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para inaugurar una metalúrgica en la localidad chaqueña de Puerto Tirol, en la que dijo tener “un sentido muy grande de la responsabilidad histórica que nos cabe de defender a todos los argentinos” y reiteró que no firmará “cualquier cosa, como han hecho otros, y que se hagan cargo los que vienen”. “Fueron otros los que se endeudaron, nosotros estamos pagando y nos vamos a seguir haciendo cargo de todas las responsabilidades”, aseguró.

La Presidenta aprovechó su última actividad pública de la semana –antes de emprender viaje a Santa Cruz, donde pasará sábado y domingo– para reafirmar la posición de la Argentina frente a la decisión del juez norteamericano Thomas Griesa de bloquear el pago a los bonistas que accedieron al canje y apuntó a los buitres. “Quienes nos están haciendo este juicio nunca le prestaron un peso a la República Argentina, porque hubo gente que prestó plata, otra que puso plata de inversiones, los menos, desde afuera, que están reclamando como tenedores, pero éstos compraron bonos defaulteados, en 2008”, señaló. “Compraron papeles que ya sabían que no valían nada, los compraron por nada, ya habían sido defaulteados en 2001”, agregó Fernández de Kirchner, quien remarcó que los holdouts no ponen “plata para invertir” sino que “especulan con que en algún juzgado alguien los va a reconocer como si hubieran puesto lo que dice el valor nominal” de los bonos.

Además de señalar que el país es blanco de una agresión de “capitales especulativos de forma absolutamente inmerecida”, la Presidenta subrayó que la Argentina ha “cumplido todos y cada uno” de sus compromisos a partir de la reestructuración de su deuda. En la videoconferencia con Capitanich, Fernández de Kirchner volvió a recordar la historia de la deuda externa argentina desde 1976 y apuntó nuevamente contra la “bicicleta financiera” y la “bola de nieve”, como calificó a la deuda, “que crecía cada vez que avanzaba” por la constante refinanciación.

“De las esquirlas y de los escombros que provocó la explosión nos hicimos cargo nosotros”, remarcó CFK y destacó las dos reestructuraciones de 2005 y 2010, por las que se pudo llegar a un acuerdo con el 92,4 por ciento de los tenedores de bonos. “Una cifra impresionante –enfatizó– que hoy un puñado quiere tirar abajo y no acepta y le hemos ofrecido ingresar al canje.”

Capitanich aseguró que en el rechazo de Griesa a establecer el stay para que los bonistas que entraron en el canje puedan cobrar “obra el principio de mala fe”. En ese sentido, cuestionó al juez por “decir que quiere negociar” por un lado y, por el otro, “obstaculizar el proceso de pago a los tenedores que ingresaron voluntariamente al canje de bonos de la deuda”. “Es necesario un stay”, remarcó Capitanich y agregó que esa medida “no implica alteración de la sentencia”. “La sentencia está firme, se plantea un tiempo de espera, no es necesaria ninguna garantía, la garantía es la sentencia en sí misma”, enfatizó.

El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, consideró que “todos los que necesiten emitir deuda están en peligro si fallos como los del juez Griesa hipotecan el futuro de millones de personas”. El mandatario entrerriano igualmente se mostró confiado en que “la negociación que lleva adelante la delegación argentina será exitosa”. “La cordura primará sobre la extorsión de quienes van por todo y la Argentina no está sola. Los buitres no hipotecarán nuestro futuro”, agregó.

El diputado oficialista Héctor Recalde cuestionó al titular de la UIA, Héctor Méndez, por decir que la responsabilidad en la negociación con los acreedores era “de un jovencito o de una señora”. “Esto es muy descalificativo”, criticó Recalde y lo tildó de “totalmente desacertado, desafortunado e improcedente”.