“Es una ley innecesaria. Trae más incertidumbre, contribuyendo a empeorar la mala situación económica que la impericia del Gobierno ha provocado.” Con esos argumentos, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, anunció el rechazo del radicalismo al proyecto de ley que envió al Congreso el gobierno nacional para buscar una solución al conflicto con los fondos buitre. Si bien hubo algunas voces discordantes, Sanz explicó que “la mayoría” de los legisladores del partido se opusieron a la iniciativa del oficialismo. La postura fue adoptada en el encuentro de legisladores nacionales realizado ayer en Córdoba, donde los radicales escucharon la opinión de los economistas Alfonso Prat-Gay y Martín Lousteau. Los que marcaron sus disidencias con la postura radical fueron el senador Eugenio “Nito” Artaza, el diputado Eduardo Santín y el dirigente Leopoldo Moreau.

Convocada desde la semana pasada para debatir la agenda legislativa y la política de alianzas, la cumbre radical en Córdoba terminó incorporando un tema inesperado: el proyecto para reemplazar al Bank of New York por Nación Fideicomisos, lo que permitiría destrabar el pago a los bonistas bloqueado por el juez de Nueva York, Thomas Griesa. La propuesta incluye también un canje de bonos voluntario por títulos bajo ley argentina.

“El Gobierno no necesita una ley para resolver esta situación que ha manejado en forma errática e improvisada. No queremos comprometer el futuro de los argentinos, tenemos alternativas, depende del Gobierno que acepte el diálogo”, sostuvo Julio Cobos, sin explicitar los otros caminos que podría tomar el país para sortear la situación en la que lo colocó el juez norteamericano. El precandidato presidencial del Frente Amplio Unen vaticinó que la situación con los fondos buitre “terminará perjudicando la endeble situación económica” y que “hay condiciones para dar un cierre a este conflicto, siempre y cuando la Argentina negocie sin impericias, con sentido común, con profesionalidad y con el aval de todas las fuerzas de la oposición”. En la misma línea, el economista y diputado Martín Lousteau sostuvo que el cambio de jurisdicción “no resuelve ningún problema, sino que por el contrario lo agrava”.

El más duro fue el diputado Oscar Aguad, que incluso fue más allá que el juez Griesa al referirse a la actitud argentina de cambiar el agente de pago como “desacato”, calificación que el propio magistrado norteamericano consideró “apresurada”. “La Presidenta debiera reflexionar porque le está causando un grave daño al país. La consecuencia de esta medida es igual o más grave que la estatización de YPF”, completó Aguad, uno de los dirigentes radicales que más entusiasmo le ha dedicado a lograr un acuerdo electoral con el PRO.

De esta manera, el radicalismo adoptó una postura similiar a la del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y de otros partidos del Frente Amplio Unen, salvo Libres del Sur.

Hubo voces a favor de la iniciativa, como la del senador Eugenio “Nito” Artaza, quien consideró que con el proyecto de ley de pago soberano de la deuda “la Argentina está demostrando al mundo voluntad de pago”. “Seguramente habrá sectores que se van a oponer, pero me parece muy injusto que se apropie un juez de una jurisdicción distinta”, afirmó Artaza, que de todas maneras adelantó que aceptará la decisión tomada orgánicamente. El diputado Eduardo Santín aclaró que no se siente identificado con la posición partidaria, “ya que no sigue los ideales históricos del yrigoyenismo y del alfonsinismo”. “Está muy bien que el Gobierno proponga cambiar el lugar de pago a los bonistas y que se establezca que sea optativo y no obligatorio, por eso debemos votar esta ley”, aseguró el diputado, que no participó de la cumbre de Córdoba, en desacuerdo con la convocatoria. “Iban a exponer Prat-Gay, Natalio Botana y Javier González Fraga. Este no es el radicalismo que yo represento, que es el de los ideales y de Yrigoyen, Alem y Alfonsín”, remató.

Desde la agrupación juvenil Los Irrompibles, Leandro Santoro advirtió que “lo que verdaderamente buscan los que se oponen al cambio de jurisdicción de los bonos reestructurados es que la Argentina les page ‘cash” a los buitres”.