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El triunfo de la presidenta brasileña Dilma Rousseff en las elecciones de su país, que la llevó a la segunda vuelta junto con el candidato de centroderecha Aécio Neves, produjo satisfacción en el oficialismo. “Son dos proyectos bien distintos. Por un lado, uno más neoliberal, que expresa Neves, y otro profundamente popular y con una economía orientada a la inclusión que encabeza Dilma”, señaló a Página/12 el diputado del Frente para la Victoria Guillermo Carmona, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. Por otro lado, el dirigente de Nuevo Encuentro Martín Sabbatella señaló que el resultado electoral significaba “la ratificación del rumbo político, social y económico de inclusión social que iniciara Brasil con la presidencia del compañero Lula”.

“Es una enorme satisfacción el triunfo de Dilma Rousseff. Ahora se abre el desafío de capitalizar los votos para la segunda vuelta, porque Neves hizo una muy buena elección también”, explicó Carmona acerca del resultado de los comicios en Brasil, anticipando algunos de los temas que componen el escenario para el ballottage que se realizará el 26 de octubre, día en que también se elegirá presidente en Uruguay. “Dilma se reafirmó en su candidatura y seguramente Lula (el ex presidente Luiz Inácio da Silva) va a participar más en esta segunda campaña”, agregó.

El kirchnerismo mantuvo buenas relaciones con los gobiernos del Partido de los Trabajadores desde que Néstor Kirchner asumiera la presidencia en 2003. Lula, quien inauguró el gobierno petista el 1º de enero de 2003, encontró en Kirchner un aliado común para dejar de lado las políticas que provenían de Estados Unidos. Ya con Cristina Fernández en el gobierno y con Rousseff en Brasil, la relación entre ambas también se estrechó al continuar con la integración regional como uno de los pilares compartidos. “La victoria de Dilma en esta primera vuelta significa la ratificación del rumbo político, social y económico de inclusión social que iniciara Brasil con la presidencia del compañero Lula”, sostuvo Sabbatella. “Es, además, un triunfo de todos los países de la Patria Grande, que con sus gobiernos populares y democráticos reafirmamos el camino de la integración regional y la soberanía ante los intereses de los grupos financieros concentrados”, sostuvo el dirigente de Nuevo Encuentro y titular de la Afsca.

La segunda vuelta que se abre entre Rousseff y Neves dejó en el camino a la ex senadora Marina Silva, que había llegado a igualar en las encuestas a la presidenta brasileña pero, en las últimas semanas, cedió lugar en favor de Neves y quedó tercera. “El voto que apoyó a Silva probablemente sea un electorado que se encaminará hacia la presidenta de Brasil y al PT en la segunda vuelta”, sostuvo el diputado mendocino, que destacó que “el resultado electoral de la primera vuelta deja sobre la mesa dos proyectos bien distintos. Por un lado, uno más neoliberal, que expresa Neves, y otro profundamente popular, con una economía orientada a la inclusión, a lo que se suma un planteo integracionista que lleva el PT en la región. Estos tres elementos proyectan mucha potencia para Rousseff”, analizó de cara al último fin de semana de octubre, cuando los brasileños volverán a las urnas.