En plena puja interna del Frente Amplio Unen, con referentes que vaticinan la disolución del espacio si no se hace algo, entre correligionarios que tiran para Mauricio Macri y otros que apuestan a Sergio Massa, la UCR apura un encuentro de sus principales dirigentes antes de que la sangre llegue al río. La disyuntiva que enfrentan los radicales es entre avanzar con los acuerdos provinciales para crecer territorialmente (el objetivo sería allí recuperar gobernaciones) o privilegiar el armado opositor de FA-Unen a nivel nacional.

El ex vicepresidente Julio Cobos fue uno de los que se mostró más enojado con la foto que se sacó Gerardo Morales con Massa. “Así no se puede seguir”, explotó. En estos días, dialogó sobre el tema con su rival presidencial Ernesto Sanz, quien conduce el Comité Nacional de la UCR. Cobos le pidió resolver el asunto dentro del partido.

La tensión entre los correligionarios puede volver a subir esta semana con la visita de Massa a Tucumán, donde avanzaría en una alianza con el diputado radical José Cano, que trabaja para derrotar al kirchnerismo en 2015. Cano había tenido un acercamiento al PRO, con el que se distanció a partir de su acercamiento a Massa. Cano es uno de lo que acusa a Macri de “soberbia” por exigir apoyo a su candidatura presidencial como condición para una alianza provincial.

La UCR tiene prevista una reunión de la Convención Nacional para antes de fin de año, pero el conflicto interno puede adelantar los tiempos: concretamente, están pensando en una reunión más reducida para definir el rumbo partidario.

En relación con la política de alianzas, en la UCR hay distintas facciones según los intereses de cada sector. Algunos creen que “Unen está kaput”, dado que sus candidatos cayeron en las encuestas a la par que ascendía Macri. Otros consideran que hay que sostener el espacio “al menos hasta las PASO de agosto”. Dentro del primer grupo figuran los correligionarios que tienen intereses provinciales, quienes aspiran a recuperar gobernaciones y dejar la ambición presidencial para 2019, dado que ya dan por perdida esta elección a manos de los otros candidatos. En la vereda contraria están los dirigentes más interesados en el armado nacional, como Sanz y Cobos, que pretenden resolver los cortocircuitos con los aliados del socialismo o el GEN hacia 2015.