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El rechazo al operativo militar Aguila III dio lugar ayer en Mendoza a una manifestación de características que no suelen ser comunes en esa ciudad: unas tres mil personas, entre ellas muchas no identificadas con ningún movimiento social ni político, recorrieron las calles de la capital mendocina para reivindicar el “derecho a la soberanía nacional” y expresar su desacuerdo con la presencia en la Argentina de efectivos de las fuerzas armadas norteamericanas. “Estados Unidos procura consolidar su hegemonía económica y política con lo militar”, advirtió el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, en su discurso de cierre de la movilización.
La marcha contra el operativo Aguila III –que se hará en la localidad mendocina de El Plumerillo y también en otras de San Luis y La Pampa– fue convocada por organizaciones sociales, políticas, piqueteras, gremiales y de derechos humanos. Los organizadores la definieron como “una gran convocatoria patriótica para rechazar la presencia de los militares de Estados Unidos” y la concreción de los ejercicios conjuntos entre la Fuerza Aérea de ese país y la Argentina.
Entre otros, promovieron la manifestación la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Federación Universitaria de Cuyo y las Madres de Plaza de Mayo. También adhirieron a la convocatoria movimientos piqueteros como Barrios de Pie y organizaciones sindicales de docentes, estatales y judiciales, además de desocupados y partidos políticos como el socialismo, el PC y el MST.
La marcha estuvo encabezada por Pérez Esquivel y también sobresalió la presencia del legislador porteño de Izquierda Unida, Patricio Echegaray. El otro distintivo de la manifestación fue la participación de personas, e incluso familias enteras, sin identificación alguna con las organizaciones convocantes.
“El pueblo mendocino y los de la región dicen no al operativo, con o sin inmunidad, porque esas tropas extranjeras tienen pedido de captura internacional por sus últimos ataques”, destacó Pérez Esquivel, único orador del acto de cierre de la marcha en pleno centro de Mendoza. También señaló que “el pueblo argentino quiere unas Fuerzas Armadas a su servicio y no sumisas, por lo que deben volver al espíritu sanmartiniano y bolivariano”.